Las tiendas salen a la calle
Por Josep Mª Medrano
Les Paradetes de la Marina volvieron a salir a la calle este sábado, como ya viene siendo habitual en este barrio barcelonés. Esta iniciativa, promovida por la Asociació de Comerciants de la Marina, tiene como objetivo acercar los comercios a sus potenciales clientes. “El barrio es muy amplio y la gente no se mueve mucho. Si no les muestras lo que tienes, ellos no vienen a buscarte”, comenta Neus Ros, presidenta de esta agrupación.

Este es el segundo año de la iniciativa. Una vez cada seis meses, coincidiendo con el inicio de las temporadas de primavera y otoño, los comerciantes sacan sus tiendas a la calle. Todos los comercios se reúnen en la travesía D’Alts Forns, que se cierra al tráfico, y montan aquí sus tenderetes. La mayoría de las tiendas son de la misma vía, aunque este año también se han apuntado comercios de otras zonas.

Un total de veinte pequeñas carpas llenaban la estrecha callejuela con todos sus productos. “Sé que hay muchas más tiendas que quieren salir a la calle este día, pero no pueden porque no tienen suficiente gente para encargarse del su comercio y del tenderete”, afirma Neus Ros.

Los comerciantes de la zona valoran este tipo de iniciativas. “El primer año eran un poco reacios, pero al ver el éxito que hemos tenido se apuntaron rápidamente”, dice la presidenta de la Asociació de Comerciants. “Mi tienda esta muy escondida y la gente casi no la conoce. De esta forma la gente ve el producto que tengo”, asegura Nuria Bori, propietaria de una tienda de regalos. “Además, puedo colocar los productos que están de liquidación”, añade sonriente.

“Tendría que ser más veces al año y con más comerciantes. Y los que no quieran venir, que no abran su tienda este sábado”, nos comenta Javier Retamedo, dueño de una bodega, mientras ofrece un porrón de Moscatell a los curiosos. Pero la opinión generalizada entre los comerciantes es que el sistema actual es el mejor. “La organización lleva mucho trabajo y cuesta mucho dinero, así que con dos veces al año es suficiente” dice Neus Ros.

“Se trata de una buena manera de hacer clientes, no sólo para hoy, sino para el futuro” dice Nuria Bori. La iniciativa une a todos los comerciantes, ya sea para crear buen ambiente o para remarcar reivindicaciones. “Todos hemos de hacer piña, apoyarnos unos a otros, y sobre todo luchar contra los grandes almacenes y centros comerciales”, agrega Dolores Yeste, propietaria de una ferretería. Los pocos comercios de la calle que no respaldan la iniciativa achacan a la falta de recursos su marginación. “Yo no tengo tiempo para poner una parada de estas”, gruñe malhumorado el propietario de una tienda de complementos.

Los vecinos siempre han respondido desde la primera edición. “Esto

tendría que ser cada sábado, da mucha vida al barrio”, asegura Montse. “Esta muy bien, es una buena excusa para salir a la calle y pasearte”, comenta Maria. Para entretener a los niños, la organización siempre instala una serie de castillos hinchables. “Así tenemos algo que hacer los sábados; mientras los niños se divierten, nosotros miramos cuatro cosas”, afirma Rosa. “Aunque tendría que haber más tenderetes” añade. Todo el barrio sale a la calle, pero los organizadores echan en falta un poco de ayuda popular. “A todo el mundo le gusta, pero hay vecinos que no quitan los coches la noche anterior y nos dificultan el montaje, y mira que avisamos con tiempo”, concluye la presidenta de la Asociació de Comerciants.