ERC> PERFIL DE ORIOL JUNQUERAS
"Hola, em dic Oriol Junqueras i sóc un bon noi"
H.M.
Así es como se presenta el candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) a las elecciones europeas. Lo admite, es un buen chico, y me queda claro desde el primer momento.
ORIOL JUNQUERAS (Juan Manuel Oña)

En un aula de la facultad de Traducción de la Universidad Autónoma, nos sentamos, y antes de poder pronunciar una sola palabra, Junqueras me atropella bienintencionadamente con preguntas, invirtiendo los roles de este encuentro. Su curiosidad me suscita curiosidad. Enseguida entiendo que el usted no tiene cabida en esta charla, y que ahí estamos él y yo.

Desempeña una fructífera carrera docente, y como tal, sabe de dialéctica. “Mi vida se ha basado en leer, escuchar y hablar”, explica mientras gesticula con las manos, sentado en el aula donde impartirá clases de Historia de Japón a sus alumnos esa misma tarde. Su discurso, mientras transcurre nuestra entrevista, es demostración pura, docencia política e intelectual. Junqueras ha impartido clases de historia en diez facultades de la universidad y le gusta y sabe hacerse entender.

Desempeña una fructífera carrera docente, y como tal, sabe de dialéctica. “Mi vida se ha basado en leer, escuchar y hablar”, explica mientras gesticula con las manos, sentado en el aula donde impartirá clases de Historia de Japón a sus alumnos esa misma tarde. Su discurso, mientras transcurre nuestra entrevista, es demostración pura, docencia política e intelectual. Junqueras ha impartido clases de historia en diez facultades de la universidad y le gusta y sabe hacerse entender.

“Yo soy un soberanista de verdad”, admite Junqueras, conocido por sus colegas como el “candidato del pueblo”. Un pueblo en el que vive, trabaja y hace trascender el legado familiar de la tierra. El “candidato del pueblo” habla cinco idiomas y es licenciado en Historia Moderna y Contemporánea y doctor en Historia del Pensamiento Económico. Admite tener dos lenguas maternas: el catalán y el italiano. “Si no hay más remedio, hablaré en español en el Parlamento”. “Y en nuestro encuentro también”, pienso para mis adentros cuando ya llevamos más de media hora charlando.

Oriol no ha parado ni parará. Profesor, estudiante, colaborador, intelectual, escritor, labrador, lector, viajero y político. La retahíla de títulos académicos, colaboraciones en medios de comunicación, publicaciones e iniciativas políticas que reúne a sus 39 años es arrolladora. Admite que deberá dejar de lado algunas actividades si estas elecciones le sonríen. “Vótame, ¿eh?”, dice con una complicidad casi amigable.

Todos los cargos profesionales y políticos que desempeña no parecen haber adulterado la sencillez de su trato. Tiene los pies en el suelo y las manos en la tierra. Me explica con entusiasmo que labra el huerto de su casa y el de su abuela, algo que lleva toda la vida haciendo. “También fabrico vino en casa”, añade con cierto orgullo contenido.

Junqueras es un buen chico, no cabe duda. Se presenta a las elecciones europeas como candidato independiente, mucho más cercano a la sociedad civil que otros políticos, porque cree en la participación ciudadana y en la autodeterminación. En la autodeterminación de Catalunya como estado. Es muy optimista, joven y desenfadado, y muy deportista a la hora de ser espontáneo. “Tengo una salud de hierro”, reconoce.

Tan solo una cosa parece superar al candidato independiente: “soy incapaz de entonar nada en música”, admite demasiada sin preocupación.