CiU> ANÁLISIS

Construyendo la Casa Gran desde Europa

BERNAT TOMÁS

Convergencia i Unió (CiU) está de estreno. Todo indica que en las próximas elecciones europeas tanto el grupo nacionalista catalán como el BNG y un PNV aun sumido en la depresión “post-autonómicas”  reeditaran  la alianza Galeuscat, CiU lo hará con una cara nueva: el independiente Ramón Tremosa.

(Gráfico:Bernat Tomás)

¿Pero qué busca CiU exactamente con este cambio? Artur Mas lo dejó claro de puertas para afuera en la presentación de Tremosa. En primer lugar, situar a un independiente encabezando la lista del partido es un claro guiño  a su  proyecto de la Casa Gran del Catalanisme. Un espacio que pretende unir de forma transversal a personajes de varios sectores y con distintas sensibilidades en un objetivo común: la ayuda en el desarrollo tanto  de la identidad como de la propia nación catalana. Mas se ha hartado de repetir que en esta casa  cabe todo el mundo y que para entrar en ella a nadie le pedirán e carné de CiU (y ha aprovechado para “tirar el anzuelo” a algún que otro ilustre socialista como Ferran Mascarell por ejemplo). En este sentido, Tremosa encaja bien en el perfil, es conocido como un soberanista y no posee el carné de militante de convergencia (a pesar de que durante 17 años sí lo tuviera). Y es más, hasta hace poco se le consideraba cercano a ERC.

Otro de los ejes en los que el líder de CiU basó su defensa del nuevo candidato fue su excelente reputación  y dominio del terreno  económico.

Y es que ya se sabe que en Catalunya “la pela es la pela”, usando el tópico, y más en estos tiempos de incertidumbre que corren. Mejor pues tener las espaldas bien cubiertas  por alguien que se doctoró en economía después de defender la siguiente tesis: “Cicle econòmic a la manufactura catalana (1983-1995): Convergència microeconòmica amb Europa i influència de la política monetària en el marge empresarial a partir de la base de dades comunitària B.A.C.H.". Probablemente la mayoría de votantes de cualquier partido no entenderían ni el título, pero ya se sabe que en estos tiempos de crisis en los que -todo el mundo ya sabía lo que pasaría antes de que pasara. Sin embargo,  nadie tiene ni idea de lo que hay que hacer ahora,- lo más importante no es saberlo sino que al menos lo parezca. El caso es que las teorías económicas del doctor Tremosa tocan la fibra sensible del catalán medio ya que están basadas en el expolio fiscal al que, según él, Catalunya lleva sometida durante años.

¿Pero qué ha pasado de puertas para adentro? Quizá la jugada no le acabe de salir del todo bien a Artur Mas. Parece que la forma en la que decidió prescindir del eurodiputado Ignasi Guardans no ha gustado en algunos sectores de la formación. En el contexto de una charla privada que, según conocedores de su desarrollo, fue muy tensa, el secretario general de CDC preguntó al eurodiputado - tal como ha revelado él mismo en público-qué votaría en un hipotético referéndum de autodeterminación de Catalunya y, ante su respuesta de que votaría no, le invitó a cuestionarse si se había equivocado de partido. Este hecho ha llevado a algunos a pensar que para la entrada de un soberanista hace falta la salida de un moderado. E incluso los más malpensados han llegado a creer que a la casa gran del catalanisme quizá habría que quitarle el adjetivo por que no deja de ser un pisito de dos habitaciones con un pequeño salón y sin vistas a ningún sitio.

A pesar pues de que la recién estrenada pagina web de Tremosa tenga “tics obamaniacos” (como las donaciones electrónicas a la campaña) parece que los partidos siguen viendo las elecciones europeas como un espacio para la experimentación (en este sentido no deja de ser curioso el mimetismo de ERC en esta edición copiando el modelo de candidato independiente del partido). Quizá en momentos como este en los que se acrecienta la distancia entre política y ciudadanía una buena respuesta puedan ser caras nuevas. Veremos.