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La indecisión de CiU
MIGUEL CARVALHO

CiU siempre ha tenido una fuerte tradición europeísta en opinión de su líder más carismático e histórico, Jordi Pujol. Es la misma situación geográfica de Catalunya que lo determina. Europa ha sido símbolo de libertad y modernidad para los nacionalistas catalanes desde la dictadura.

ARTUR MAS EN UN CONGRESO (Fuente: CiU)

De esta forma, el partido presenta el slogan “Catalunya, porta d’Europa” en su campaña a las elecciones europeas del próximo junio. CiU ambiciona demostrar a la UE que tiene un proyecto de país para Catalunya, de cara a Europa. Ramon Tremosa, el candidato de perfil soberanista elegido por el presidente del partido, Artur Mas, considera que Catalunya debería reflexionar sobre las áreas en que puede ser líder en los próximos años.

Además, recientemente ha mencionado la idea de Catalunya como la “Holanda del Sur”, por su potencial portuario, y haciendo referencia a la Europa del bienestar y del progreso económico.

Otro de los objetivos principales definidos para esta campaña es movilizar el electorado para superar la baja participación en las europeas de 2004. Entonces, sólo se registró un 39,8% de participación en Catalunya y los nacionalistas quedaron en tercer lugar, tras el PSOE con un 42% de votos, y del PP que obtuvo ocho mil votos más.

La distinta afiliación internacional de los dos partidos que integran CiU - Convergència al Partido Europeo Liberal Demócrata Reformista y Unió al Partido Popular Europeo – reflejan sus discrepancias ideológicas y marcan en definitiva su relación con Europa.

A tres meses de las elecciones europeas el partido se debate entre reeditar la coalición Galeuscat con BNG y PNV, o concurrir en solitario. Estos dos partidos tampoco lo han decidido después de las elecciones autonómicas realizadas en Galicia y en el País Vasco.

El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, que encabeza el sector más soberanista de CiU, se ha mostrado últimamente aún más partidario del fortalecimiento de la alianza Galeuscat (PNV, BNG y CiU).  Puig, ha planteado abiertamente a nacionalistas vascos, gallegos y catalanes la definición de una estrategia de futuro en torno a la idea de una visión común sobre España. En el caso de que los resultados de las autonómicas hayan realmente cambiado la decisión de estos partidos sobre las elecciones europeas, el BNG podría ser el más receptivo a la coalición después de su derrota con la mayoría absoluta obtenida por el PP.

Por otro lado, ERC también ha declarado recientemente que no descarta la posibilidad de formar un pacto con CiU para Europa, o incluso ampliar una posible alianza con las otras dos formaciones soberanistas que formaron el Galeuscat en las últimas elecciones europeas. Unió, por su ideología demócrata cristiana sería una vez más la facción menos propensa a una alianza.