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Los verdes de Catalunya

CARLOS VELÁZQUEZ

Ante el reto de consolidar una Europa distinta, en la que valores como el respeto por el medio ambiente ocupen un lugar central, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) se convierte en la posibilidad de los ciudadanos catalanes para conseguir dicho cambio.

SAURA Y HERRERA EN CONVENCIÓN ICV (Fuente: ICV)

Con la entrada del siglo XXI los temas ambientales han pasado a tomar una mayor relevancia. Hoy, tanto los gobiernos como los ciudadanos comunes, se preocupan más por el medio ambiente. Atrás quedaron ideas como el crecimiento infinito o la explotación descontrolada de los recursos. El desarrollo sostenible y la lucha contra el calentamiento global ocupan, actualmente, un lugar preponderante en la agenda política de la mayoría de las naciones europeas.

En la actualidad, las fuerzas políticas verdes de la Unión Europea toman cada vez mayor fuerza. Son un foco de presión, que restringe los afanes de algunos sectores políticos de la Unión. Recordándole a estos que el crecimiento del continente ha traído graves consecuencias ambientales y que es preciso buscar nuevas rutas.Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), con su plataforma eco-socialista, se convierte en la representación catalana de estos intereses en Bruselas.

En el Parlamento Europeo, ICV forma parte del bloque “Verdes/Alianza Libre Europea” (VALE). Esta confederación se fundamenta en cinco elementos y bajo estos es que el partido catalán establece su plataforma europea.

El principal tema que unifica a esta asociación es el del desarrollo sostenible. Bajo esta premisa, tanto ICV como el resto de partidos que conforman este bloque, enfocan sus esfuerzos en que cada vez más la Unión Europea opte por vías de desarrollo que no pongan en riesgo el medioambiente o la vida humana. De esa manera temas como el desarrollo de energías renovables, el cierre de centrales nucleares y la prohibición de productos transgénicos se convierten en pilares de la plataforma europea de ICV.

Un segundo tema fundamental para esta organización, compartido por ICV, es el rechazo a la guerra. Este tema ha llevado a que, bajo la coyuntura actual, Iniciativa per Catalunya se haya convertido en un importante vocero de la causa palestina tanto en España como en Europa.

Tanto ICV como VALE hablan de una expansión de la justicia hacia una social, de género, generacional y global. En cuanto al aspecto social, esta agrupación de partidos europeos plantea la necesidad de que la totalidad de ciudadanos del continente cuente con unos mínimos básicos para desarrollar su vida de una manera justa.

La equidad de género, como se demostró en las manifestaciones del pasado 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, es un tema central de la agenda de Iniciativa per Catalunya.  Ante este tema, tanto el partido catalán como la VALE resaltan la importancia de reducir las diferencias que existen entre hombres y mujeres a lo hora de cobrar un salario o acceder a cargos públicos.

La justicia entre generaciones se basa en la idea de que los habitantes de hoy dejen un mundo con los mismos recursos para los habitantes de mañana, es un principio atado profundamente al desarrollo sostenible. 

La justicia global está muy relacionada con la anterior, pues se enfoca en la idea de que los recursos se distribuyan de una manera más equitativa entre los países más ricos y los más pobres.

El último tema de la plataforma europea de ICV es la profundización de la democracia. Este concepto representa un tema fundamental para los habitantes de Catalunya ya que la propuesta, además de considerar un mayor uso de la democracia directa, también promueve una mayor descentralización de los estados europeos, dándole más autonomía a las regiones.

A pesar de estas bases claras y, en cierta medida amplias, hoy ICV se preocupa por su futuro europeo y busca establecer alianzas que le aseguren un puesto en Bruselas. Esta preocupación proviene de la reducción de curules parlamentarios a España debido al aumento de miembros de la Unión Europea. De esa manera la lucha por las 50 plazas será más dura, si se tiene en cuenta que en 2004 la alianza IU-ICV sólo consiguió 2 eurodiputados.

De esta manera, bajo la responsabilidad de mantener una representación catalana en el grupo de los verdes, ICV se enfrenta a las elecciones europeas del 2009, esperando que la grave crisis económica mundial no se convierta en una barrera para las preocupaciones ambientales de los ciudadanos.