Catalunya Ràdio es un medio de comunicación público que nació en 1983, y a través de los años se ha posicionado como la estación catalana líder en sintonía. Pero es inevitable pensar si su condición de pública es una ventaja o desventaja que asume día a día.

Lo primero que hay que destacar es su solvencia económica. Tener el respaldo del gobierno ahorra el gran trabajo, y martirio para algunas estaciones, de buscar patrocinantes. Esta liquidez económica lleva a su segunda ventaja: mayor libertad de programación. Incluir espacios distintos con los cuales innovar u otros formatos alternativos, representa un riesgo que no todos los anunciantes están dispuestos a asumir. Por esto, Catalunya Ràdio tiene la oportunidad de crear espacios distintos que refresquen la programación radial.  

Su dirección es un aspecto distintivo, ya que esta estación depende de un concejo formado por diferentes representantes del parlamento, intentado incluir diversidad de tendencias. Sin embargo, el partido de gobierno siempre tendrá más influencia en las instancias públicas. Al existir el peligro de sesgo de opinión caemos inevitablemente en el tema de la censura. Si el gobierno de turno es quien otorga los fondos, resulta muy difícil hacer oposición. La opinión puede parcializarse e ir con los interesas propios de quienes ostentan el poder. 

La fidelidad en la radio en general es relativa, porque sólo se puede aceptar la interpretación del locutor y no permite que el radioescucha decida. Y si a este factor se suma intereses políticos, es más difícil generar información equilibrada. Catalunya Ràdio al ser una emisora pública puede caer en sesgar la información y opiniones de sus locutores y de sus radioescuchas.

Paradójicamente esta emisora tiene una programación compuesta por transmisiones informativa cada hora, incluso en los momentos de traslados a los colegios y trabajos es cada media hora. Posee programas de actualidad y análisis del acontecer diario, mezclado con  música y variedades. Una programación bastante conservadora si contemplamos la posibilidad que tienen de hacer muchas otras cosas.

Al usar únicamente en catalán, podría ser un aspecto positivo o negativa dependiendo del punto de vista del que se vea. Tener delimitado el perfil de sus radioescuchas, la convierte en una radio dirigida a intereses específicos. Sin embargo, se privan de expenderse a otras comunidades y a otros posibles usuarios que hablen castellano. 

Por último, no se puede olvidar el hecho de que es el ciudadano común quien sustenta a Catalunya Ràdio al igual que otras instituciones públicas, a través de los impuestos.  Durante muchos años se ha mantenido el debate de si se debe o no privatizar los medios. La experiencia demuestra que se discutirá por mucho más tiempo, sin embargo, esta estación catalana ha conseguido una fórmula eficaz que le ha funcionado a través de los años.