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ADN: se busca frescura y talento

Por Roberto Rodríguez Díaz

Abres el ADN, uno de los grandes periódicos gratuitos españoles, comienzas a leer, su estilo llama la atención, muchas imágenes, el color es muy característico y su formato es más ligero. Pero quién está detrás de este “innovador” trabajo. La plantilla de ADN no es comparable a la de un diario generalista al uso. Se nutre sobre todo de gente con experiencia pero joven, aunque ello no significa de menor calidad. Es simplemente una apuesta por el dinamismo en una redacción, en palabras de su director Albert Montagut, “un modo de hacer las cosas diferente, innovador y más cercano a la gente, los redactores jóvenes nos aportan frescura de ideas y eso es fundamental en nuestro periódico”.
Foto: Jianfan Zhu

Albert Montagut, Barcelona, es el director de ADN. Él no es un jovencito. Se ha curtido en mil batallas. La Casa Blanca como corresponsal de El País en Washington es quizás lo más llamativo. Aunque su prestigio como profesional se lo ha ganado como Redactor Jefe del Periódico de Cataluña, en la interminable sección “Cosas de la Vida” o como director adjunto  de “El Mundo”. En 2001 regresó al Periódico de Cataluña como director adjunto. Y desde el 2006 el Grupo Planeta lo puso al frente de ADN, todo un reto para un hombre que buscaba nuevos proyectos.

Su carácter queda plasmado en el periódico. Desde el nacimiento de ADN él tuvo las ideas muy claras “teníamos que convertirnos en un gratuito con unos principios de seriedad y objetividad que nos igualase a los de pago, y creo que lo hemos conseguido”

A pesar de la influencia de la publicidad en los medios y la progresiva politización de la prensa Montagut siempre se ha caracterizado por su búsqueda de la objetividad y la independencia. Pero sobre todo la calidad en los contenidos, que según él es lo que ayuda a ADN a competir a pesar de la falta de medios.

Mikel Iturriaga
Desde el surgimiento de ADN Mikel Iturriaga, Bibao, ha estado presente en la redacción del gratuito. Este vasco, jefe de área de Barcelona ha sido parte fundamental del surgimiento de adn.es, “todavía recuerdo cuando estábamos cuatro trabajando en lo que era adn.com. Ahora ya somos cincuenta personas, el cambio ha sido espectacular”. Tras unos años trabajando en Madrid para el diario “El País” decidió no rechazar la oferta de ADN. “El motivo para venir a Barcelona fue lo personal, aunque a nivel profesional fue una buena decisión” aclara Mikel. Iturriaga se ha convertido en una pieza básica en el engranaje del periódico, él es el enlace entre la redacción y la web.

Hay quien apuesta por la integración absoluta pero en ADN hay dos redacciones separadas, aunque “es necesario que las cosas que se hacen en papel se aprovechen para la web y viceversa. Yo controlo el flujo de información de un lado a otro y veo como se le puede dar el máximo rendimiento a la información que aparece en las dos partes” advierte Mikel.

La web de ADN sólo tiene dos años de vida pero el crecimiento progresivo ha quedado claro como explica Iturriaga, “esto se debe a la experiencia que hemos adquirido en este tiempo, hemos hecho muchos cambios, y seguimos innovando y creciendo, vamos por un buen camino”.

Foto: Jianfan Zhu

Ángela Precht
“Ahora estoy escribiendo un artículo sobre Loquillo, me cuesta porque no lo conocía, pero me encanta”. Ángela Precht, Chile, es la redactora de cultura de www.adn.es, solamente lleva dos meses en el medio y es la primera vez que trabaja en la redacción de una web. Sub-editora de la revista QuéPasa en Chile y colaboradora de Megavisión en el pasado, Ángela ve la sección de cultura como un medio fundamental para explicar procesos históricos. Reconoce que su única dificultad es el idioma, “yo hablo chileno, no castellano, y aquí el idioma es demasiado cervantino, pero supongo que con tiempo me acostumbraré”.

ADN no es su objetivo final, aunque reconoce no tenerlo, “no quiero hipotecarme, ni pensar en el futuro, me gusta lo que hago ahora, pero es una experiencia más”. Antes de llegar a adn.es sacó adelante Inedit, un festival de cine que no existía hasta entonces en Barcelona. El cambio fue duro pero ante las adversidades Ángela suspira y recomienda “procuro tomarme todo con el mayor grado de humor posible”.

Foto: Jianfan Zhu