Esther Fernández nos cuenta como está actualmente TV3 y como será el fututro de esta televisión. Además de recordar que esta tv regional de Cataluña inició su emisión el 10 de septiembre de 1983
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¿Cuál es la situación de TV3 después de 25 años de emisión?
Son 25 años a las espaldas con todo lo bueno que tiene esto pero también con algunas cosas que le tiempo marca. En este tiempo nadie en este país puede discutir que Tv 3 ha sido un instrumento o un elemento clave para el desarrollo de Cataluña, para el desarrollo de la lengua, para la cohesión social, para la normalización de la vida cultural. Nosotros empezamos con una generación determinada de público, que era la de después de la Transición, y hay nuevas generaciones que han ido creciendo después. En estos momentos seguimos siendo muy fuertes y muy importantes, seguimos siendo la televisión de referencia de la sociedad catalana, muy especialmente la referencia informativa, aunque también tenemos planteados unos retos importantes. El mercado ha cambiado mucho, hay más televisiones y eso nos afecta muy directamente. Además tenemos unas nuevas generaciones que han crecido con unos instrumentos a su alrededor que no tienen una fidelidad tan automática como la tenían hace veinte años. Estamos fuertes, pero con retos muy importantes.
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¿Hay muchos cambios de aquí a otros 25 años?
Bueno, TV3 se identifica con Cataluña, con el público catalán, es la televisión pública por excelencia. TVE no tiene nada que ver con lo que representamos nosotros.
En estos momentos me cuestas intuir qué es lo que puede sustituir a TV3 por lo menos en un futuro inmediato. Creo que lo que representamos lo seguiremos representando en los próximos años porque es un país pequeño y no tiene sentido que crezcan otros medios públicos muy relevantes.
¿Cuáles son las debilidades del medio?
Por un lado, el hecho de dirigirnos a un público catalán es una fortaleza pero también en términos de competitividad es hasta cierto punto una debilidad porque nuestra competencia directa son las televisiones de ámbito estatal. Las que se ven en Catalunya y con las cuales nos repartimos el público catalán, son televisiones que trabajan para el ámbito estatal. Eso quiere decir que trabajan con presupuestos cuatro o cinco veces más importantes que nosotros. Entonces nosotros competimos con un poco de desigualdad, con lo cual hay determinados productos como series, películas que nosotros por presupuesto no podemos acceder. Por otra parte estamos en un momento delicado en cuanto a cómo se organiza esta televisión. Hay una ley en el Parlamento para despolitizar los medios públicos que levantó expectativas entre los profesionales de televisión de Cataluña de que las cosas podrían mejorar, lo que pasa es que el proceso a través del cual se está desarrollando esta ley es muy lento. Estamos a la espera de poder plantearnos con calma estos retos de futuro.
¿Y como fortalezas?
Que somos la televisión de referencia, de sentimiento, de colectividad que hemos sabido generar a lo largo de estos años y que mantenemos. Hay unas elecciones generales y la gente viene masivamente a nosotros a ver lo que ocurre. O que nuestros informativos son los más vistos. Tenemos un sentimiento de ser una televisión que lo hace bien, de calidad, que no hacemos según qué cosas que hacen las televisiones privadas para conseguir audiencia, y sobre todo somos una televisión de proximidad. Esto está muy arraigado, somos de fiar y somos una televisión próxima. Somos la televisión más divertida, de confianza, la que genera más sentimiento de pertenencia a un colectivo.
¿Puede que les repercuta negativamente el que no se hable castellano en la cadena?
Esta es una cuestión fundacional, tan determinante desde el primer momento que hace que incluso no nos preocupemos sobre esta cuestión. Siempre ha estado muy claro que en castellano hay muchas televisiones y que en catalán prácticamente sólo hay Tv3 en el ámbito general catalán. Esto lo tenemos tan claro que sabemos que la lengua es una barrera en cierto modo para personas de habla no catalana que por tanto no vienen a nosotros o nuevas generaciones de personas inmigrantes que lo tienen más fácil conectando otras cadenas, pero esto lo llevamos muy bien desde hace un montón de años. Sabemos que tenemos que competir y atraer público en catalán, que es nuestra misión y es para lo que existimos. Si fuéramos una televisión en castellano, no seríamos exactamente lo mismo.
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