El barcelonés Antonio Asensio Pizarro  logró colocar el primer ejemplar de El Periódico de Cataluña en los kioscos de la región en la mañana del 26 de octubre de 1978. Los primeros años se trabajó cada edición del diario en una sala de redacción ubicada en la calle Roger de Llúria de Barcelona, dirigida por Antonio Franco y formado por los periodistas Julián Lago, Enrique Arias, Juan Fermín Vílchez, Fernando Jáuregui, Ramón Miravitllas, José Luis Erviti y José Luis Orosa.

Con un grupo de 40 profesionales que integran la sala de redacción, este medio de comunicación perseguía la idea de abrir espacio a informaciones de interés general que durante el régimen del dictador Francisco Franco resultó imposible.

La primera portada publicada por El Periódico de Cataluña llevaba como título: ¨Los Escolares catalanes dependen de Tarradellas¨, refiriéndose a la descentralización de la educación anunciada desde el gobierno central para esa época. Rosa Massagué, fundadora de El Periódico de Cataluña explica que el diario nació con ¨la intención de responder las ansías de libertad y compromiso progresista y hasta hoy día mantenemos ese ideal. Por ello nos definimos como un medio de comunicación social de centro izquierda¨.

Entre ellos se encuentran El Periódico de Andorra, El Periódico de Aragón, El Periódico de Extremadura, El Periódico Mediterráneo y El Periódico La Voz de Asturias; los cuales comparten con El Periódico de Cataluña las características formales y gráficas, las informaciones sobre España y política internacional, los artículos de opinión y algunos editoriales, si bien se diferencian por la cobertura de informaciones locales y autonómicas propias.

Para Massagué, el valor histórico de El Periódico de Cataluña ¨ha sido y es que el diario que representa a la sociedad catalana, es el reflejo de la sociedad, de sus denuncias, de sus preocupaciones¨. El Periódico de Catalunya vino a ocupar un espacio mediático vacío en Cataluña en relación a la poca cobertura informativa que entonces se daba de las informaciones sobre la ciudad de Barcelona y deportivas, que no contaban con tanto espacio en el resto de diarios generalistas.

Esto propició no sólo la captación de nuevos lectores no acostumbrados acomprar prensa, sino también a lectores de otros periódicos.