PORTADA>>Entrevista a Jordi Juan, subdirector de La Vanguardia

"La Vanguardia, de intolerante a progresista"

Por Céline Gesret y Yetlaneci Alcaraz

Con apenas poco más de un año dentro del equipo de dirección de uno de los diarios más vendidos de España – 210.000 ejemplares diarios--  Jordi Juan evoca el futuro de La Vanguardia sin inquietud. Los matices del cambio y su evolución se notarán en una mayor especialización y con un precio a la venta más elevado. El prestigio que lleva  La Vanguardia desde su creación es “tranquilizador” a la hora de enfrentarse a la competencia, pero deja poco espacio para la creatividad, lamenta el joven subdirector entrevistado en las nuevas oficinas ubicadas en la Diagonal de Barcelona.

Foto:Celine Gesret

¿Es vigente la prensa de pago frente a las nuevas tecnologías?
Es el gran debate que tenemos todos los medios escritos desde hace mucho tiempo. Hay muchas opiniones, gente que dice que en cierta fecha dejaran de editarse los periódicos. Yo creo que no, creo que el periódico de papel seguirá existiendo. Seguramente, se venderán menos, iremos hacia un diario más especializado. Y posiblemente se venderá más caro. Será un diario más trabajado, con más opiniones, con más artículos de fondo. Un poco la línea que estamos siguiendo.

¿El público al que llega se irá reduciendo?
Creo que siempre habrá personas que querrán el contacto con el papel. Se dice que la gente joven deja de leer los periódicos porque está acostumbrada a recibir toda la información gratuita. Pero yo creo que hay una evolución de todas las personas y llega un momento en que tienes necesidad de tener un tipo de información diferente de lo que te ofrecen las Web, la TV, la radio.

Ustedes, como muchos medios, usan el recurso de las promociones…
No podemos olvidar que los diarios están en manos de empresas periodísticas que quieren rentabilidad. Tienes que vender más que la competencia y eso se logra haciendo un mejor diario y recurriendo a las promociones porque tu competencia también lo hace. Nosotros tuvimos un año sin hacer promociones aprovechando una época buena del diario, y nos encontramos con que se notó en las ventas. Hay un público que le gusta, va al Quiosco y dice “a ver que me ofrecen”. Es un fenómeno que existe y lo que no podemos es estar al margen de él.

La critica dice que los diarios terminan ganando clientes y no lectores…
Si, en parte es razón. Lo que pasa es que estamos hablando de una minoría, no es simplemente un usuario que coge un producto y lo tira. Es verdad que hay buenos lectores que se pueden decidir por un diario o el otro por motivo de la promoción.

¿El cambio más significativo en el futuro será aumentar el precio del periódico?
Yo creo que a la larga los diarios se venderán menos pero serán más caros e irán a un público determinado que necesita este tipo de información y se puede permitir comprar. Bajará el numero de ventas pero se mantendrá la rentabilidad porqué será un público, no sé, diferente. La tendencia es esta.

La Vanguardia se inscribe en una cierta continuidad en cuanto a su audiencia…
Somos un diario catalanista, a pesar de que esté editado en castellano. Políticamente nos situamos en el centro. No somos claramente de izquierdas o de derechas. Pero es un diario que evolucionó con la sociedad. Es un diario en el que se reflejaron determinadas actitudes de la sociedad de respeto hacia la mujer, o hacia temas de derechos de los homosexuales…es un diario que pasó de tener una posición un poco intolerante en el pasado a tener una posición mucho mas favorable. Sobre cuestiones ya más de índole política, el diario se sitúa en el centro, como la mayoría de los ciudadanos del país.

¿Los dueños del periódico, el linaje Godó, altera la línea editorial?
Todos los diarios están alterados por un jefe. Hay dos modelos. Uno sería el modelo de un consejo de administración en el cual una persona independiente ha sido seleccionada por su calidad  y el otro caso, que es el de La Vanguardia, es el de una empresa familiar. Nosotros nos sentimos cómodos porque el objetivo del editor es vender diarios y no hay detrás ninguna línea determinada, no hay ningún interés político o económico. Su único objetivo es que su diario se consolide.

Foto:Celine Gesret
¿En ningún momento han interferido los intereses económicos o políticos de la familia?
La familia Godó tiene sus propios intereses y gustos sobre muchas cosas pero mantiene una independencia respeto al director bastante grande.

¿Han considerado tener más páginas en catalán?
Es un tema que por primera vez está sobre la mesa. Es una cuestión que en su momento no se vio con buenos ojos porque económicamente es muy costoso y el resultado no deja de ser desigual. No es lo mismo un diario escrito y pensado en catalán que un diario traducido. No es lo mismo leer el Avui, y leer El Periódico. Aparte, nuestra empresa Grupo Godó es accionista del Avui y el hecho de hacer La Vanguardia en catalán podría generar problemas para un diario del grupo. El tema se está debatiendo.
El proceso industrial es muy complicado, se ha de cerrar a una hora determinada, se ha de llegar a Europa, a toda España. Las páginas de color salmón complican el proceso industrial. Hacerlo en catalán complicaría todo eso. Es más, eso podría provocar que se perdieran las páginas salmón, que es el elemento diferenciador de la vanguardia. Y el momento de crisis que vivimos no es adecuado.