Según Manuel Vila del Olmo, el responsable de publicidad de Catalunya de grupo IPMARK, el porcentaje de lo que las revistas ganan en publicidad es de 60% contra 40% que se obtiene de las ventas en quiosco, este porcentaje  puede ascender incluso hasta el 70% dependiendo de la estacionalidad. Este fenómeno es característico en las revistas de gran tirada, con la excepción de Pronto, que reduce los costes de fabricación al máximo, con la baja calidad de su papel. Los demás según Vila del Olmo no podrían vivir sin publicidad.

En las revistas especializadas es diferente, la mayoría de los casos ganan con la venta porque son más caras, por lo cuál casi todo lo que reciben de publicidad es solamente un beneficio. El porcentaje de ganancias de publicidad es menor porque la propagación tiene un coste más alto, pero a la vez es más rentable para el anunciante. Para que la publicidad tenga impacto, tiene que alcanzar el segmento correcto y las revistas especializadas lo aseguran. Es similar en el caso de las revistas profesionales, porqué aunque la audiencia es menor, es selectiva y está dispuesta a pagar más por aquella información exclusiva.

Una de las maneras para atrapar lectores es la promoción. “Hay una guerra para captar al lector con mucha promoción, regalar una revista junto con otra del mismo editorial, por ejemplo, lo hacen para quitar lectores a la competencia y si uno lo hace, lo tiene que hacer el otro” señala Vila del Olmo.

La guerra en la industria de las revistas es aguerrida, grandes multinacionales y nacionales controlan la mayoría de cabeceras que encontramos en los quioscos o que son entregadas a domicilio. Al parecer ya son más las publicaciones que el número de lectores que está dispuesto a comprarlas, ante esta alta concentración de revistas “femeninas” tal vez haya quien no encuentre lo que esta buscando.