Mucho se habla últimamente de la supervivencia de la prensa de pago. Y cuando el río suena, agua lleva. Mientras unos avecinan un irremediable final, otros son más optimistas y estudian qué se puede hacer para que esto no suceda. Pero la cuestión es que todos perciben que algo está cambiando en el mundo de la comunicación. No es casualidad que la última cumbre mundial de editores en Ciudad del Cabo, organizada por la Asociación Mundial de Periódicos el pasado junio,   tuviera como título “Modelar el futuro del periódico”.

La causa de todo este debate es la irrupción en el mercado de la comunicación de nuevas tecnologías y nuevos formatos de medios, que alteran el status quo. Sus máximos exponentes son la revolución digital y la gratuidad. Estos dos fenómenos no sólo afectan a los diarios como producto, sino también al modelo de empresa informativa.

Por un lado, Internet se ha convertido en un instrumento de socialización de la información. Permite participar al público, convirtiéndolo en creador, transformador y distribuidor del mensaje informativo. Además, ofrece ventajas que hoy en día valen su peso en oro: inmediatez y actualización. Con Internet se está pasando de un modelo de comunicación de masas, que va de uno a muchos, a un nuevo paradigma, de muchos a muchos.

Según los datos del último informe del Estudio General de Medios (EGM) de 2007, en España un 26% de la población visita diariamente el ciberespacio. Ante estas cifras no es de extrañar que las grandes cabeceras apuesten cada vez más por el periodismo digital. Aunque la versión digital permite atraer a nuevos lectores y ofrecer inmediatez informativa, también es cierto que repercute en las ventas, por lo que muchos lo perciben como el pez pequeño que se puede llegar a comer al grande.

El otro fenómeno revolucionario que hace estragos en la prensa de pago son los gratuitos. 20 minutos se ha convertido en el diario de información general más leído en el país, con 2.507.000 lectores según el EGM. Además de la gratuidad, estos diarios tienen el plus añadido de la distribución, que garantiza su reparto en lugares estratégicos y de importante tránsito peatonal.

Otro factor está cambiando el ecosistema de medios. El aumento y la diversificación de medios está causando una gran fragmentación de la audiencia,  y con ello los periódicos pierden cada vez más el monopolio informativo.