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El reciclaje de basuras: un esfuerzo insuficiente
Por Alex Martín, Iván Bolaño, Celtia Traviesas y Borja Bujedo.
Antes tenías una botella de vidrio en casa y esa botella duraba años; servía para ir a buscar agua a la fuente, o el aceite a la tienda, o el vino de la barrica… Ahora vivimos en la cultura del usar y tirar”, dicen desde Ecologistas en Acción. Las sociedades humanas siempre han producido residuos, pero ahora su cantidad ha crecido de forma desorbitada.  Los expertos vaticinan que la gestión de los deshechos es uno de los grandes problemas del mundo actual porque frena el desarrollo económico y supone un reto  medioambiental para los ayuntamientos modernos.
Cada habitante de Barcelona produce al año 600 kilos de residuos, cantidad suficiente como para llenar diez contenedores de basura.Esto supone un incremento del 20% con respecto a lo que producía hace una década.Y aunque uno de los principales objetivos que se marca cada año el Ayuntamiento en su Programa de Gestión de los Residuos Municipales  es reducir los desechos, la cantidad sigue aumentando año tras año.Casi 10 millones de euros entre el 2004 y el 2007 (un 9% más que en el período trianual anterior) prevé invertir el Ayuntamiento de Barcelona en la mejora de los sistemas de recogida selectiva. Si en el año 2001 el porcentaje de residuos recogidos de manera selectiva era del 17%, hoy asciende al 40%.
A pesar del incremento en la cantidad de residuos recogidos selectivamente, los sistemas de gestión suponen un agujero negro en la economía de la ciudad. “La recogida selectiva es totalmente deficitaria en su conjunto. Solamente se gana dinero con los  envases de plástico y de vidrio, gracias a la intervención de entidades privadas que pagan los costes adicionales que supone la recogida selectiva frente a la recogida en masa”, afirma Luisa Roldán, técnico de la Entitat Metropolitana de Medi Ambient (EMMA), encargada de la gestión y tratamiento de residuos en la ciudad. “De negocio nada. Se hace por cuestiones medioambientales”, añade Roldán.
Pero para algunos, los problemas económicos derivados de la escasa rentabilidad de la recogida selectiva tienen mucho que ver con una aplicación deficiente de los sistemas de gestión. Para Xavier Gabarrell, director del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental
(ICTA), el principal problema de la recogida selectiva es que los residuos no están suficientemente bien separados en origen, con lo cual el sistema es mucho menos rentable de lo que podría ser”.Por eso, la formación ciudadana es fundamental. Para ello el Ayuntamiento debe hacer un esfuerzo intenso en la puesta en marcha de campañas de comunicación que se centren sobre todo en informar sobre la manera correcta de separar la basura en casa.

Las asociaciones ecologistas aún van más lejos y algunas, como el Centro de Ecología y Proyectos Alternativos (CEPA), han elaborado estudios sobre la situación de los residuos, en donde se califica de vergonzosa” la situación actual e incluso proponen un nuevo sistema de fiscalidad basado en el establecimiento de una tasa más “transparente” de redistribución social, un sistema de penalizaciones y premios, o una ecotasa aplicable a los envases no reutilizables, entre otros.
Todos estos cambios propuestos por CEPA chocan con el actual sistema de recaptación fiscal establecido para el cobro del servicio de recogida selectiva, tanto en Barcelona como en el resto de municipios de España, en cuyas tasas dan diferencias importantes, tanto en los criterios para calcularlas como en las cantidades que finalmente se cobran.
En la mayoría de municipios de España se cobra anualmente y el importe es variable. En Bilbao la categoría fiscal de la calle es el criterio utilizado para calcular el recibo de la basura. En Alicante también se tiene en cuenta el tamaño de la vivienda, y en Granada, además de la ya categoría fiscal de la calle, se considera también el consumo de agua. Sorprende que en Madrid y Málaga no haya tasa específica para este concepto y que tanto en Sevilla como en Barcelona, la tasa dependa sólo de la cantidad de agua  consumida.
Reducir, reutilizar y reciclar”, las famosas 3 R tan reclamadas por los especialistas en la materia, son los conceptos fundamentales para facilitar la convivencia con los residuos. Se calcula que un euro de cada cinco que gestionan las administraciones locales se destina a la recogida y posterior tratamiento de la basura que generamos en nuestros hogares. Por eso lo que más sorprende es que los ayuntamientos de muchas ciudades españolas, entre ellas Barcelona,  no dispongan de datos suficientes sobre la cantidad de residuos recogidos que finalmente se reciclan. Queda pendiente mostrar a los ciudadanos si su esfuerzo por separar los distintos tipos de basuras sirve o no para algo.