Dos barrios, dos mundos
Por Sofía Buloz, Sandra Serbey, Ferran Climent y Beatriz García-Valdecasas
Catalunya y por extensión Barcelona tienen la imagen de territorio y ciudad ricas. Pero no es oro todo lo que reluce. En la ciudad condal, como en la mayoría de grandes urbes, las desigualdades sociales son palpables. Y así, se pueden encontrar barrios ricos como Pedralbes y Sant Gervasi, pero también con la pobreza de la Mina y El Besòs.
Pedralbes, como la Mina, podrían ser los dos polos opuestos de un mismo mundo y representan algo muy diferente pero casi igual de lejano para la gran mayoría de ciudadanos. No obstante, a medio camino se encuentran Sant Gervasi y El Besòs.
El primero es el barrio de la burguesía catalana. Donde viven los médicos, abogados y arquitectos más conocidos de Barcelona. Donde comprar un piso es un lujo al alcance de muy pocos.
El segundo es el barrio de la clase baja, de la inmigración pobre y el de gitanos. En El Besòs comprarse una vivienda no es tarea fácil, paradójicamente aún cuando es uno de los barrios más peligrosos y con menos glamour, no se consiguen pisos ni para alquiler ni para la
venta. Y los concesionarios de automóviles no tienen nada que ver con los de Sant Gervasi. La diferencia entre los dos barrios se puede observar en el caso de Samira Benbachir, trabajadora del hogar de 45 años de origen árabe, que acude cada día desde el Besòs, donde vive, a Sant Gervasi, donde trabaja.  “No me fue muy difícil encontrar trabajo. En Sarriá, Sant Gervasi y Pedralbes hay muchas ofertas para limpiar casas o cuidar ancianos, pero lo difícil fue conseguir una vivienda cerca del lugar de trabajo”, asegura Samira, quien antes de conseguir su actual residencia en El Besòs vivió en Granollers.
Así se puede decir que mientras que en Sant Gervasi trabajan los inmigrantes, en el Besòs viven.
En el barrio del distrito Sarriá-Sant Gervasi se encuentra la calle residencial más cara de Barcelona. Este honor pertenece a la calle Reina Victoria, que con pisos que cuestan entre 10.000 y 15.000 euros por metro cuadrado cuenta con un vecindario de lo más exclusivo.
En el Besòs aunque los precios de la vivienda se han revalorizado hasta en un 40% en los últimos cuatro años aún están muy lejos del valor de las zonas altas de la ciudad. Así, un buen piso en El Besòs tiene un valor de 1.800 euros por metro cuadrado. La diferencia continúa siendo abismal.
Hasta los respectivos mercados de los barrios mencionados muestran la diferencia existente que hay entre los dos. El Mercat del Galvany, en Sant Gervasi, fue construido en 1868 y está considerado como una joya del modernismo. Mientras que el Mercat del Besòs fue edificado cien años después y arquitectónicamente no tiene ningún valor.
Pero lo que más llama la atención es la clientela de cada uno de los mercados. En el de Galvany muchas de las compras se realizan por teléfono o las amas del hogar envían a sus empleadas. Sin embargo, en el de El Besòs el porcentaje de compras ‘online’ es muy bajo y las amas del hogar son las propias sirvientas.
Las diferencias sociales entre estos dos barrios vienen de lejos. A Sant Gervasi la condición de barrio bueno le viene  del siglo XIX,  cuando era un pequeño pueblo caracterizado por sus majestuosas casas y torres de veraneo. Y  desde su agregación a Barcelona, en 1897, Sant Gervasi  se ha convertido en una barriada residencial caracterizada por el elevado número de centros educativos y sanitarios prestigiosos, empresas de publicidad mundialmente reconocidas y también muchos comercios.
Por otra parte, El Besòs fue construido a partir de 1960 y se hizo alrededor de un polígono industrial. Por lo que en un principio los habitantes del barrio fueron catalanes e inmigrantes del propio estado español que llegaban a Barcelona en busca de trabajo. Ese carácter de mestizaje aún hoy se puede observar, pero ahora, ha abierto sus puertas hacia el este de Europa, África y Suramérica.
El Ayuntamiento de Barcelona intenta disminuir las desigualdades existentes entre El Besòs y el resto de Barcelona. La construcción del Forum y el Proyecto 22@ pretenden revitalizar la vida de esa zona. Todo esto no hace falta en Sant Gervasi. Aunque sí que existe una cierta crispación en de los vecinos. Consideran que el Ayuntamiento gasta demasiado en determinados barrios y nada en el suyo.