Carod-Rovira
quiere transformar a Cataluña en un Estado libre asociado
por: Gerard Olivares
foto:
Diego Calderón
Josep
Lluís Carod-Rovira no tiene apuro. Prefiere avanzar a paso
lento pero seguro en su proyecto político más importante:
"transformar Cataluña en un estado libre asociado a la
Corona española".
Es un independentista convencido. En 1996, cuando se hizo cargo del
partido Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), se propuso
aglutinar a la izquierda nacionalista para convertirla en un nuevo
PSUC y acabar con la imagen frívola que en los últimos
tiempos proyectaba su partido. Con todo, no la tiene fácil
porque sus bases electorales siguen prefiriendo hasta ahora en las
elecciones el tipo de nacionalismo que encarna CiU.
La trayectoria
política de Carod-Rovira empezó durante el Franquismo.
Participó activamente en la lucha contra la dictadura y fue
detenido y encarcelado durante la caída de los 113 miembros
de la Comissió Permanent de l'Assemblea de Catalunya (1973).
Antes de ingresar a Esquerra, en 1987, había militado en el
Partit Socialista d'Alliberament Nacional, PSAN, (1970-1977) y Nacionalistes
d'Esquerra (1980-1986)
Fue elegido Secretario
General de ERC en noviembre de 1996 y desde entonces ha sido reelecto
en dos ocasiones más.
Carod-Rovira logró
introducir en el debate temas tabú como la concentración
histórica de la clase dirigente catalana en unas pocas familias
burguesas. A la vez, ha defendido el ingreso de las nuevas generaciones
que no vivieron la transición pero que quieren hacer política
con la bandera de las libertades nacionales de Cataluña.
Josep-Lluís
Carod-Rovira
|
•
51 años
• Nacido en Cambrils de Mar (Baix Camp)
•
Licenciado en filología catalana
• Casado, con 2 hijos
|
Está convencido
de que su partido es, como ya era en los años treinta, una
formación soberanista de izquierdas. Pero también es
realista, y no cree que Cataluña pueda pasar por arte de magia
del Estatuto de Autonomía a la independencia. "Nuestro
horizonte real es una Cataluña soberana que sea tan independiente
como sea posible en el marco de la Unión Europea. Por esta
razón, no somos nosotros quienes debemos definir el modelo,
sino que nos definiremos en función de los demás. La
posibilidad de ser independientes dentro de diez años dependerá
en buena medida de la capacidad de tratar nuestros propios asuntos
directamente con Bruselas".
Pero, también,
es consciente de que el Estado español no aceptará esta
propuesta. "Eso ocurre porque la concepción actual de
Estado en España es anacrónica. Quizás con la
segunda República se perdió la última oportunidad
de concebir un modelo distinto, confederal y moderno, ocasión
que ya no se repetirá. Mientras sea más fácil
estudiar catalán en una universidad alemana o norteamericana
que en una castellana, ¿qué interés podemos nosotros
tener por España?", se pregunta.
Eso sí,
asegura que no tiene prisas. "Nuestro proyecto nacionalista será
aceptado. En las próximas elecciones tendremos que pactar con
alguien, pero si ya hemos esperado casi 30 años, podemos seguir
esperando. Tenemos mucho apoyo y vamos a seguir creciendo. Esquerra
dejará de ser un partido apéndice de los demás
partidos".