Diálogo
con Alberto Fernández Díaz,
candidato del PPC Nunca he
creído en las promesas electorales
Manuel Aineto
El
alcaldable por el Partido Popular
de Catalunya (PPC) a la ciudad de
Barcelona, Alberto Fernández
Díaz, resumía anoche
su propuesta política y daba
sus impresiones sobre la campaña
electoral, en el acto de inicio de
la misma organizado por el PPC.
Atendiendo
a su propuesta, ¿qué
le diferencia a usted respecto al
resto de los candidatos?
Dos cosas fundamentales. La primera
la nitidez de mis propuestas, las
cuales tienen una componente diáfana:
en políticas de inmigración
y de seguridad, ‘guante de hierro’;
y mayor sentido social y con corazón,
en políticas sociales y de
vivienda. Estos ejes nos permitirán
mejorar esta Barcelona que tenemos,
dejando atrás la Barcelona
del Forum y del Carmelo, para poner
acento en la Barcelona de las personas.
Una Barcelona más ordenada
y segura; una Barcelona más
humana y con mayor sentido social.
Y la
segunda diferenciación es que soy
el único de los candidatos que garantizo
un cambio nítido y sin trampas. A
diferencia de Xavier Trias, yo no propugno
la continuidad del tripartito, en ninguna
de sus modalidades posibles que se vienen
barajando en los últimos días.
Se trata de un cambio de prioridades, un
cambio también de gobierno, sin ningún
ingrediente de este tripartito que lleva
ya 28 años gobernando Barcelona.
Demasiados incluso para una ciudad como
la nuestra.
¿Qué
destacaría de la campaña que
empieza hoy? ¿Cómo prevé
que se va a desarrollar?
Yo confío en que se desarrolle con
absoluta normalidad, ya es la octava campaña
municipal. Y también con coherencia.
Yo nunca he creído en las promesas
electorales; en las subastas entre políticos,
a ver quién ofrece más en
campaña. Yo defiendo una campaña
coherente. Es decir, el único matiz
que habrá entre lo que diga en campaña
y lo que he propugnado durante estos últimos
cuatro años, es que lo defendido
durante estos años desde la oposición
ahora quiero seguir defendiéndolo
a partir del 27 de mayo desde este gobierno.
¿Qué diferencias
fundamentales hay entre gobernar un Estado
y gobernar una gran ciudad?
La proximidad. Es decir, los problemas no
son ni de derechas ni de izquierdas; o nacionalistas
y no nacionalistas. Son problemas que necesitan
soluciones: la gente no quiere ir un día
al ayuntamiento con un problema y marcharse
con dos. Esa proximidad de los ayuntamientos,
de lo local, que consiste en que a la gente
no le expliques que el suyo es un problema
de competencias. Son los ayuntamientos los
que sin recursos muchas veces y ante un
problema dado que no es de su ámbito
de gestión, tienen que asumir las
respuestas a los ciudadanos, desde esa proximidad
y por esa proximidad. Yo creo que ésa
es la grandeza del ámbito municipal.
No por casualidad se dice que la política
municipal es la más gratificante
de todas las políticas.
Teresa
Monsegur
¿Reconoce Ud. la sinceridad en su persona?
Aunque en política siempre se dice que los políticos no somos sinceros, yo siempre he procurado ser lo más transparente posible y lo demuestra el trabajo que he relizado en el PPC desde los años ochenta.
Nuria
Peidró Marsé
¿Qué propone Ud. dentro de política social; por ejemplo, acerca de casals, etcétera?
Entender y garantizar la calidad de vida de las personas mayores, procurarles un papel más activo en la sociedad y su participación en actividades
comunitarias y de voluntariado. Proporcionar los servicios adecuados a las necesidades a las personas con dependencia y a sus familias. Nuestra intención es la de ampliar la red de casals para dar servicio a todos los distritos. Por eso apostamos por más equipamiento para la gente mayor y los más jóvenes en lugar de las políticas del tripartito de vender el suelo público para construir viviendas de lujo.
Juan
Carlos Capdevilla
Si sale Ud. elegido, ¿qué cambiará en la ciudad de Barcelona respecto a lo que ha hecho el PSC en los últimos ocho años?
Nosotros nos tomamos en serio a la gente y no hacemos ni decimos nada que no derive del trabajo
que hemos hecho antes de la campaña electoral. En los temas que preocupana los ciudadanos - inseguridad, inmigración ilegal, vivienda, civismo, impuestos, transporte público, educación -pero además con el lenguaje que usan cuando hablan de estos asuntos. No el lenguaje burocrático que nos impone lo políticamente correcto. Vamos a ser políticamente incorrectos para ser ciudadanamente responsables.