Más y más Erasmus
Por Natalia Pérez, Laura
Arias, Stephanie Ruano
La iniciativa Erasmus fue creada en el año 1987 y
desde 1995 está calificada como el programa de mayor
amplitud. Además de actuar en el ámbito universitario,
también incluye otros programas como Comenius (enseñanza
escolar), Grundtving (aprendizaje de idiomas) o Minerva
(tecnologías de la información). Aunque modesto en
sus comienzos, ya que en su primera edición el número
de participantes no rebasó la de cifra de 3.000, Erasmus
ha ido siempre a más, hasta convertirse en el intercambio
europeo de mayor peso. En la actualidad ya son más
de 2.000 universidades adheridas al programa y 120.000
los universitarios que participan cada año. Se ha
llegado a la cifra de un millón de beneficiarios de
este programa, entre los cuales 130.000 tienen nacionalidad
española.
El objetivo del programa Erasmus es fomentar la coexistencia
entre alumnos y profesores de diferentes culturas.
De esta manera, los participantes se enriquecen con
la experiencia de vivir, durante un periodo de tiempo,
en otro país y comienzan a adquirir el hábito de desenvolverse
en el panorama internacional. Los requisitos básicos
para poder beneficiarse de este programa son haber
cursado el primer curso de la carrera en una Universidad
de Enseñanza Superior y ser ciudadano de los países
que conforman la Unión Europea, de alguno de sus asociados
o poseer la condición de residente permanente, apátrida
o participante. Además, será necesario poseer un dominio
suficiente del idioma de la universidad de destino
y se valorarán otros aspectos como el currículum,
la disponibilidad de plazas en la universidad solicitada
o la motivación de realizar un intercambio en otra
institución. El periodo de duración del programa oscila
entre tres meses y un año. Para los gastos se solicitan
becas de movilidad. La dotación de la misma no es
muy alta y será responsabilidad del estudiante buscar
y costear la estancia. Se pueden solicitar ayudas
complementarias al Ministerio de Educación y Ciencia
y a las Comunidades Autónomas. En todo caso, también
existen ventajas como la exención de pago de tasas
académicas en el país de destino y los beneficios
de los acuerdos de cooperación. Carlos Berzosa, rector
de la Universidad Complutense, opina que sería necesaria
una ampliación de las actuales becas Erasmus, que
considera, "pequeñas y restringidas", haciendo que
los estudiantes deban trabajar o apoyarse en el respaldo
económico de sus familias. No se trata de una opinión
aislada, al contrario, es algo que hace años se viene
reclamando desde los distintos estamentos universitarios.
El futuro
La evolución hacia el futuro pasa por la ampliación
del número de participantes y de los escenarios de
intercambio. Primero, Europa, después, el mundo. Este
podrá muy bien ser el lema de la nueva etapa que Erasmus
ya ha comenzado a afrontar con Erasmus Mundus, el
equivalente europeo del programa estadounidense Fulbright
, que concede becas para el estudio de másters en
universidades europeas. El objetivo es mejorar la
enseñanza superior y promover el entendimiento cultural
con terceros países. Erasmus Mundus aspira a convertir
a Europa en un referente internacional en calidad
universitaria y promover la participación de estudiantes
de todo el mundo en programas master europeos, así
como la de estudiantes europeos en terceros países.