Perfil: Xavier
Trias "Tarannà
polite", nada de payaso Carlotta
di Falco/Camila Guerrero/Dani Herrero/Meritxell
Remolins
Con
imagen muy correcta y serena, no se
le verá nunca bailando a ritmo
de samba de Carlinhos Brown. Xavier
Trias quiere una ciudad alegre, sí;
pero huye de las situaciones en las
que uno pueda sentirse un payaso.
Los políticos tenemos que ir
con mucho cuidado para no hacer el
ridículo”, explica.
Su carrera de Medicina y Cirurgía
y su vida política, complementan
la vida familiar que durante 60 años
ha acompañado sus pasos. Doce
hermanos, el matrimonio con Puri Arraut,
cuatro hijos y tres nietos hacen de
Xavier Trias un hombre familiar, sobretodo
cuando comparte momentos de diversión
con sus nietos.
Es difícil imaginar a Trias perdiendo
los nervios, pero él no esconde
su tozudez y su carácter en el
momento de tomar decisiones importantes.
Se tiene
que ser respetuoso,
dice, pero si es necesario Trias no duda
en dar algún golpe sobre la mesa.
Recuerda con nostalgia su paso por el
Hospital Infantil de la Vall d’Hebron,
y reconoce que su carrera como médico
y sus experiencias en las salas de urgencias
le han ayudado a afrontar el mundo de
la política.
La gente me pregunta si esto de la política
no me angustia y yo siempre digo lo mismo:
antes hacía guardias, y cuando
tienes que hacer una guardia […]
y se te muere una criatura… eso
si que es angustioso, responde
cuando se le pregunta por alguna ocasión
en la que perdiese la compostura.
Ya en sus jornadas laborales como pediatra
participaba en la vida política
de entidades médicas, como El Consejo
General de Médicos de España
y el Colegio Oficial de Médicos
de Barcelona. Estas primeras inquietudes
políticas terminaron por hacerle
entrar en el Departamento de Sanitat i
Seguretat Social de la Generalitat de
Catalunya. Trias abría así
la puerta a un nuevo nivel de hacer política,
de manos de Josep Laporte, a quien considera
su padre político.
El médico que llevaba dentro, le
consagró a puestos siempre relacionados
con la sanidad hasta que en 1996 es nombrado
Conseller de la Presidencia. Después
en el año 2000 encabezó
la candidatura de Convergencia i Unió
para el Congreso de los Diputados y desde
hace seis años se presenta como
alcaldable de Barcelona.
Amante del esquí y la bicicleta,
pasa sus veranos en Menorca. Xavier Trias
deja sus trajes gris oscuro, sus corbatas,
y su siempre “taranná”
tan “polite”, y se calza las
zapatillas para caminar por las playas
y rincones de la isla. Dice ser amigo
de sus amigos. Habla, pregunta, escucha
y aprende.
Un ojos ligeramente achinados cuando sonríen,
tapados por unas gafas metálicas
al leer; un cabello blanco-grisaceo brillante
que en algunos momentos se arremolina
rebelde; pocos gestos con las manos y
serendidad, mucha serenidad; así
Xavier Trias, se presenta no sólo
a sus debates, sino a los ciudadanos de
Barcelona, a quien dice querer resolver
todos sus problemas.