Rafael Guayta, del Departamento de Sanidad de Cataluña
"Los inmigrantes llegan sanos a España, sus fuerzas se pierden aquí"
Por Silvia Barnett Sánchez

Rafael Guayta lleva tiempo tratando las relaciones existentes entre la salud y los movimientos migratorios. Antes lo hacía como coordinador de atención sanitaria para inmigrantes en el Departamento de Sanidad de Cataluña. Actualmente es responsable de educación sanitaria de esta dependencia.

¿Cuáles son los principales problemas con los que se encuentran los inmigrantes en el sector sanitario?
Primero el desconocimiento del sistema y de cómo relacionarse con él: cuáles son sus derechos y deberes como paciente; luego la accesibilidad a la sanidad, que requiere una serie de trámites burocráticos o legales. Por último, que no tienen habilidades sociales para moverse y saber cuáles son las reglas del juego. Son tres problemas jurídico-administrativos y legales. En ningún caso estamos hablando de sanitarios.

Entonces, ¿no suelen tener problemas de salud al llegar?
Sólo emigran los mejores, los más sanos. Los que no lo están no pueden aguantar el proceso migratorio y no llegan. Solemos pensar que los grandes problemas van a ser de salud: enfermedades tropicales, problemas parasitarios o enfermedades de base racial que se dan en algunas etnias. Pero la realidad es que los inmigrantes llegan con un capital de salud que les permite hacer el fenómeno migratorio, van perdiendo aquí sus fuerzas a medida que todo el medio les va desgastando.

¿Las infraestructuras del sistema sanitario español están preparadas para esta nueva ola de inmigración?
Creo que el profesional es el que no está preparado, porque no domina habilidades de comunicación transcultural, no les han enseñado eso en las facultades. En mi generación no teníamos inmigrantes o sociedades multirraciales como en Estados Unidos o Canadá. Ese es el gran problema, más que el tener camas o infraestructuras suficientes. La riqueza de medios de cualquier país de renta alta es suficiente para contener cualquier explosión demográfica, aunque sea rápida en el tiempo.

¿Es necesaria una política común europea para mejorar la efectividad de los sistemas sanitarios?
Esa es la gran utopía: una política sanitaria global europea que facilite la igualdad a todos los ciudadanos europeos, no sólo a los inmigrantes. El problema es que cada país tiene un sistema sanitario muy diferente. Va a ser muy difícil una política igualitaria de trato sanitario. Pero sí que hace falta asegurar por el sistema que sea que las necesidades de cualquier ciudadano encuentren respuesta. Debemos alcanzar unos mínimos que reconozcan el derecho a la salud como un derecho humano.

¿Cuáles son los principales retos de la sociedad española frente a la inmigración?
El aumento de las enfermedades vinculadas a la marginación o al déficit social: sida, tuberculosis o de transmisión sexual. La necesidad que tendrá el sistema de adecuarse a unas relaciones multiculturales en cuanto a la expresión del binomio enfermar-estar sano cuya percepción es muy distinta según la cultura de la que vengas. Dentro de unos años los inmigrantes van a tener las mismas enfermedades que tenemos nosotros.