Sin
grandes cambios en el frente: Resultados decepcionantes para PSC y CiU
y alegría para ERC y
ICV
por: Lea del Pozo
Los socialistas ganan en Barcelona, Lleida, y Girona pero
experimentan un retroceso generalizado. Lo mismo ocurre con
CiU en Tarragona.
El Partido Popular se mantiene como la tercera fuerza política del territorio
catalán, gracias a las poblaciones limítrofes a Barcelona,
sin que le salpique el No a la guerra o el chapapote. El panorama político
catalán no experimenta grandes cambios, a pesar de que el
electorado ha favorecido a Esquerra Republicana y a Iniciativa
per Catalunya
Verds- Esquerra Unida i Alternativa.
Estas elecciones se presentaban como unas primarias de primera
vuelta de las Autonómicas, que se celebrarán en otoño.
Los socialistas manifestaron que querían consolidar su representación
en Barcelona y el área metropolitana pero que también pretendían
ganar feudos convergentes como Vic, Sant Cugat o Tarragona. El electorado
ha querido que conservase en Barcelona y su cinturón metropolitano,
a pesar de que han perdido 5 concejales, pero les ha concedido
estas ciudades, tradicionalmente de CiU.
Pese al retroceso, el incombustible Antoni Siurana (PSC)
continuará en
la alcaldía de Lleida, con 10 concejales frente a los 14 que obtuvo
en las elecciones de 1999. CiU es la segunda fuerza más votada
con 7 concejales, uno más que en 1999. El PP se mantiene
igual que en los anteriores comicios, con 4 concejales. La gran
novedad
es el aumento de representatividad que obtiene ERC y ICV,
con tres concejales respectivamente.
Ana Pagans seguirá gobernando en Girona. La capital de la provincia
más rica de Cataluña ha apostado, de nuevo, por los socialistas.
No obstante, el retroceso generalizado de éstos también
ha llegado a la capital gerundense, que ha pasado de 14 a 11 concejales.
CiU, la gran perdedora de estos comicios, también ha visto mermada
su presencia en esta alcaldía, pasando de 6 a 5 concejales.
ERC, ICV y PP mejoran sus resultados con 3, 3 y 4 concejales respectivamente.
Las tierras del Ebro han sido la gran salvación de CIU. Estas
comarcas del sur-oeste se han mantenido fieles a los convergentes y no
les han castigado por su apoyo al Plan Hidrológico Nacional. Pere
Esteve, en su comparecencia del domingo por la noche, destacó el
apoyo de la provincia de Tarragona, omitiendo así el poco
reconocimiento que su partido ha tenido por parte de los votantes,
quienes han
decidido castigar a CiU por sus pactos con el PP.