¿Frenará Collserola la sed constructiva?
por: Mireya Roura
foto de archivo

Este pulmón verde, de más de 8000 hectáreas, es el parque metropolitano más grande del mundo, con 300 especies de vertebrados y más de un millar de vegetales superiores. Aproximadamente, la mitad de la población catalana vive a menos de 10 km del parque, lo que provoca que el ecosistema interaccione directamente con la presión humana. El controvertido túnel de Horta, la suspensión de 19 proyectos constructivos en un año, y la presión urbanística de los municipios limítrofes al parque son un signo de que Barcelona quiere crecer pero no sabe por donde. Sin duda, Collserola se ha convertido en un peligroso bocado para las inversiones inmobiliarias.Las consecuencias de la presión urbanística sobre Collserola aún no se aprecian en su totalidad, pero ya han encendido alarmas entre los ecologistas.

El cinturón de cemento que rodea al parque -B30, rondas, Parque Tecnológico de Sant Cugat y el futuro Parque Direccional en Cerdanyola- se va estrechando progresivamente. Los animales del Parque, ante la invasión del cemento, se están quedando aislados e incomunicados del resto de espacios naturales. “Cuando hagan el Centro Direccional de Cerdanyola habrá un impacto importante, porque se construirán más viviendas y equipamientos. Quieren hacer un corredor natural para permitir el paso de los animales de un lugar a otro, pero tendrá una anchura de 400m y puede que sea demasiado estrecho para asegurar la supervivencia de las poblaciones ”, dice Domingo Rodríguez, biólogo de la Universidad de Barcelona que trabaja en el parque.

Otra de los problemas es el túnel de Horta. El PGM (Plan General Metropolitano) de 1976 preveía la construcción de tres túneles para unir Barcelona con el Vallés a través de Collserola: el de Vallvidrera, ya inaugurado, el de Horta, en estudio, y el futuro túnel central.

El proyecto de Horta, actualmente paralizado, ha sido desaconsejado por un estudio hecho por profesores del Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la UPC, en respuesta a un encargo del Ayuntamiento de Barcelona. Alegan que es ambientalmente y socialmente insostenible. La entidad Ecologistas en Acción de Cataluña ha llegado a la misma conclusión y ha pedido que dicho Plan sea desprogramado. “Además del impacto ecológico que conllevaría el túnel, pensamos que éste lo único que hará es aumentar y congestionar el tráfico en las Rondas y en Horta, sobre todo en la Avenida del Estatut.

Nosotros creemos que se habría de incentivar el transporte público y ampliar la red de Ferrocarriles Catalanes”, dice Joan Ponts, miembro de Ecologistas en Acción, una de tantas que forman parte de la “Plataforma cívica per la defensa de Collserola”, creada en el año 2002. Esta agrupación de entidades reivindica que se haga una reforma del Plan General Metropolitano con el fin de proteger 700 hectáreas del parque; piden, además, que se suprima el proyecto del Túnel de Horta y el Central y que Collserola sea declarado Parque Natural.

El arquitecto Felip Pich Aguilera asevera que la cuestión de Collserola no está en preservarla por completo. No obstante, se ha de reflexionar sobre lo que se quiere edificar, potenciando la construcción de casas que convivan con el medio ambiente. “ Construcción de cubiertas verdes, sistemas de recogida de lluvia.... No se puede construir tradicionalmente, pero tampoco hemos de renunciar al Parque”, dice el arquitecto.

Actuaciones y expectativas políticas
El 12 de diciembre del año 2002, el Ayuntamiento de Barcelona congeló durante un año la urbanización en Collserola. La prohibición afectó a 19 proyectos urbanísticos que debían desarrollarse en terrenos situados por encima de la Ronda de Dalt. La iniciativa respondía a la necesidad de elaborar un estudio estratégico por parte de biólogos y urbanistas para preservar Collserola y, si era necesario, modificar el PGM. “Pensamos que esta es una medida un poco electoralista”, asevera Joan Ponts, del consistorio municipal.

Tanto ERC como IUV apuestan porque Collserola sea declarado Parque Natural y se oponen a la construcción del túnel de Horta, en favor de potenciar el transporte público. Xavier Trias, alcaldable por CiU, también propone que Collserola sea declarado Parque Natural para garantizar su protección, lo cual implicaría, según el candidato, ampliar la superficie de terrenos por debajo de la Carretera de Les Aigües, eliminar las líneas eléctricas de alta tensión en un plazo de 12 años (por el riesgo de incendio que comportan) y endurecer la política urbanística. Los convergentes defienden, además, que es necesario estudiar la viabilidad del Túnel de Horta y que, en el caso de construirse, se tiene que complementar con el transporte público. También asumen que la caza en el parque es un riesgo que se debe evitar. El partido socialista acepta que algunas previsiones del Plan General Metropolitano de 1976 deben ser modificadas.

La caza: otro problema del parque
La caza es el método con el que se controla la población de jabalíes en Collserola. Este animal tiene un papel esencial en el mantenimiento de los sistemas naturales, pero también está provocando destrozos en parques y jardines, además de aumentar el riesgo de accidentes.
En los días de mucha afluencia ciudadana, la caza constituye un problema. “Cuando vas en bicicleta por el parque, a veces tienes miedo de que los cazadores oigan ruido de ramas y te disparen” dice Miguel Lladó, un ciclista que frecuenta Collserola los sábados, día de montería. A pesar de que la interacción entre excursionistas y cazadores pueda parecer peligrosa, Carles, guarda forestal del Parque, explica que el último accidente fue hace tres años, cuando un perdigón hirió a un visitante que no efectúo denuncia alguna. “Las tareas de educación ambiental que hacemos han servido para que ahora la gente ya no haga tantas barbacoas y sea más respetuosa con el medio ambiente”, dice Carles.

Sin embargo, Domingo Rodríguez, biólogo de la UB que trabaja en Collserola, afirma que si el Parque se transforma en un lugar de ocio, con demasiada presión humana, podría suponer un problema para los animales.