“Hemos conseguido los mejores resultados de los últimos
25 años”
por: Concha Alcántara y Elena Zapata
foto: Concha Alcántara
ERC
logró en la noche de ayer, 25 de mayo, los mejores resultados
electorales de su historia. Un espectacular crecimiento electoral
ha colocado a los republicanos como la tercera fuerza más
votada en toda Cataluña: del 7,71% de 1999 saltaron al 12,73%
actual, que se traduce en 1253 regidores, 61 mayorías absolutas
y 25 mayorías relativas, siendo el segundo partido más
votado en 1 de cada 4 municipios. “Estamos muy satisfechos
con los resultados. Hemos conseguido los mejores resultados de los últimos
25 años”, explicaba un pletórico Jordi Portabella.
Sin embargo, Esquerra se quedó con la miel en los labios en
Barcelona: a pesar de aumentar el número de regidores de 3
a 5. El PP, contra todo pronóstico, ganó la medalla
de bronce municipal consiguiendo 7 regidores.
La ansiada posición fue rozada durante las primeras horas
de escrutinio, agrandando los sueños de grandeza de una formación
que hasta 1999 sólo contaba con un regidor en la ciudad
condal.
Los resultados globales fueron valorados de forma positiva por
sus líderes Josep Lluís Carod-Rovira y Portabella. Con
una sonrisa que no les cabía en la cara, salieron al balcón
del Hotel Avenida Palace a saludar a los 200 simpatizantes que celebraban
el ascenso electoral. “Este es el camino hacia la Generalitat”,
decía Carod-Rovira, secretario general de la formación.
Agradeció a todos sus votantes por mantener su fidelidad al
partido durante años, “incluso cuando se decía
que era un voto que iba a la basura y, en especial, a aquellos que
durante la dictadura sufrieron la represión y el exilio por
sus ideas políticas. Sin vosotros no hubiera sido posible”.
El recuerdo arrancó un unánime aplauso por parte del
público que brindaba con copas de cava.
El domingo electoral había arrancado con un Jordi Portabella
que dejó atrás todos sus elementos de campaña,
su sonrisa y las dotes de líder, y acudió a votar como
cualquier padre de familia a la escuela El Roser, de la calle Mallorca.
Llegó a las 10.15 con su esposa, Natalia, y sus niñas
Marce y Mar. Se apareció armado con paraguas y sin olvidarse
de su pin de Aturem la Guerra. Su esposa fue menos discreta con dos
pegatinas. Con el sobre a punto de caer en la urna, posó por
casi un minuto. Enfocado por más de una docena de cámaras,
le brotó la sonrisa de la campaña. Luego habló con
los periodistas en catalán, y en castellano para una televisora
madrileña.
Por la noche, después de conocer los resultados Portabella
aventuró que ERC será una fuerza determinante que dará estabilidad
a Cataluña y remarcó su deseo de convertir a Barcelona
en una ciudad con más peso internacional, equiparándola
con Madrid y París.