El delfín patriótico

por: Raquel Mateos
foto: Juan Pedro Chuet Missé


Delfín y heredero de Jordi Pujol, Artur Mas es el encargado de renovar la confianza de la mayoría catalana en el proyecto pujolista. “Mi proyecto de país siempre defenderá la máxima apertura de Cataluña en el seno de la Unión Europea y en un marco mundial cada vez más globalizado”, sostiene el conseller en cap.

Mas tuvo una rápida y ascendente carrera política. Se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales y en el año 1982 –tras un breve periplo en el mundo empresarial industrial– entró a formar parte del Departament de Comerç, Consum i Turisme de la Generalitat. Un entrenamiento que, cinco años después, le ofreció la oportunidad de ingresar en la lista de CiU para el Ayuntamiento de Barcelona y estar ocho años como regidor en la oposición.

En 1995, fue electo diputado del Parlament por CiU y fue nombrado conseller de Política Territorial i Obres Públiques y luego d’Economia i Finances. Pero su lanzamiento definitivo a la primera plana se demoró hasta el 2000, cuando fue nombrado portavoz del gobierno de la Generalitat. Un año más tarde, Pujol creaba el cargo de conseller en cap y nombraba a Mas para ocuparlo.

Los expertos en política dicen que Mas huyó en sus inicios de la imagen de nacionalista radical, estilo Freedom for Catalonia. Después, evadió la demagogia y se presentó como opción moderada y de renovación. Ahora, algunos medios de comunicación son muy críticos con él y le acusan de tener propuestas y declaraciones confusas que, en lugar de perfilar su personalidad, la desdibujan.

Sin embargo, Artur Mas afirma que intenta hacer bien su trabajo “día a día”. “Si soy un buen político lo pueden decir los demás, y los electores el día en que me tengan que votar, o no…”, argumenta. Quienes le conocen en el plano más personal afirman que cara a cara se muestra cordial y trata de acortar las distancias.

Artur Mas i Gavarró

• 47 años
• Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales
• Nacido en Barcelona
• Casado y tiene 3 hijos

Ante los sondeos desfavorables, CiU ha cerrado filas para respaldar las aspiraciones electorales del conseller en cap. Pero Artur Mas deberá esforzarse al máximo para superar el desgaste de un partido que lleva 23 años en el gobierno. “Es la hora de las nuevas ideas y las nuevas propuestas, tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat, pero no por una cuestión de años”, admite con cautela.

Mas defiende a capa y espada la identidad catalana y patrocina un proyecto “desde la estima a Cataluña y desde el patriotismo”. Pero sabe que será difícil que alcance el carisma excepcional de Jordi Pujol.