Sorpresa favorable
por: Juan Ruiz Sierra
foto: Mayra Bosada


El rostro de Alberto Fernández Díaz, candidato popular a la alcaldía de Barcelona, sólo admitía una interpretación anoche. Respiraba profundo y sonreía para sí mismo. Estaba exultante. Como un estudiante que ha sacado buena nota en un examen cuyas expectativas no eran las mejores.

El Partido Popular de Cataluña (PPC) subió de seis a siete concejales, cuando ni los más optimistas auguraban una repetición de los resultados de 1999. El “factor guerra” no ha influido. Sus mensajes dirigidos al electorado conservador –tanto hacia los antiguos simpatizantes de CiU como a los no nacionalistas- y una campaña sin estridencias parecen haber sido las claves de este aumento en el número de votos.

En el resto de Cataluña los populares vieron aumentar ligeramente su apoyo, lo que hizo que Josep Piqué, presidente del PPC, declarase anoche que “pinta bien esto”, en referencia a las próximas elecciones autonómicas. La única nota discordante se produjo en la comarca del Delta del Ebro, derivado del apoyo de esta agrupación al polémico Plan Hidrológico Nacional. En Tortosa y Amposta, los del PP perdieron arrastre.