Con el fondo de una foto de los dieciséis redactores del
Informe MacBride, se inició el diálogo "Barcelona, 25 años
después del Informe MacBride". Una cita que recordó los
objetivos de la elaboración del informe que se tituló "Un
mundo, voces múltiples ", y que subrayó la importancia
y la vigencia de los principios que en su día significaron
la democratización de la información.
El diálogo se inició con la intervención de Moustapha Massmoudi,
director del centro Massmedia de Tunisia, y uno de los redactores
del informe. Según él, los principios del informe, siguen
siendo útiles hoy en día. "Nosotros tratamos temas de entonces
anticipándonos alas perspectivas de la sociedad del futuro",
dijo. El documento, que en su día se creó con la intención
de plantearse las cuestiones fundamentales sobre la equidad
de las estructuras mundiales de las comunicaciones, fue
propuesta por los países no alineados de la UNESCO en 1977.
Como explicó Marcial Murciano, decano de la facultad de
Ciencias de la Información de la UAB, después de la Segunda
Guerra Mundial y ante el nuevo orden mundial, los países
del tercer mundo protestaron contra el flujo dominante de
noticias procedentes de los países industrializados. Ese
mismo año se creaba una comisión internacional para tratar
estos problemas bajo la presidencia del irlandés Sean MacBride,
premio Nobel de la paz. "El informe trataba aspectos como
la libertad de expresión, el derecho de comunicación, la
información como fuerza económica, denunciábamos la manipulación
de ésta y sus efectos negativos. Todo esto con la identidad
cultural en el corazón del debate.", añadió Massmoudi.
Al hacer una evaluación del documento, éste admitió, sin
embargo, que hubieron temas que no se pudieron prever. "Antes
se hablaba de la ética de la información, mientras que hoy
se habla más de las técnicas de la información para ampliar
el campo de acción. En nuestro día eso no era perceptible",
dice. Como tampoco lo era la red. "Sabíamos que vendría
lo digital, la imagen en color, la posibilidad de almacenar
imágenes rápidamente pero no percibíamos el fenómeno", añadió.
Por su parte, Joseph Gifreu, catedrático de Comunicación
de la Universidad Pompeu Fabra, enfocó el tema a la situación
de Cataluña en esa época. "¿Habría que preguntarse por qué
no se tradujo el informe al catalán?", dijo. "Cataluña salía
del franquismo, de un genocidio cultural, y por eso, creo
que se hubiera identificado plenamente con los problemas
de identidad cultural de los países no alineados". Según
él, el documento tiene una importancia en otros niveles.
"Su trascendencia está reflejada en las políticas nacionales
que garantizan el futuro para las culturas, identidades
y lenguas del mundo", dijo. "La letra del informe debe variar
pero su espíritu y su música deben continuar".
Para Massmoudi, sin embargo, la situación de las comunicaciones
hoy en día puede ser mejorable. "El desequilibrio entre
las fuerzas del norte y el sur en cuanto a circulación y
flujo se han ahondado con el tiempo. Se dice que hay una
diferencia del 1 al 20". Insiste en que es imprescindible
tener en cuenta la ética, los valores, el respeto sobre
todo hoy que existe la red donde la libertad de expresión
se ha convertido en la libertad de actuar inadecuadamente
muchas veces. "De todo esto se habló mucho en esa época
pero luego hubo la tendencia a olvidarlo y eso a mi me duele",
concluyó Massmoudi. "Por eso me ha gustado saber que el
tema vuelve a la palestra, pero sería bueno hacer otro informe,
tener otros puntos de referencia. Hoy en día, necesitamos
una nueva foto".