"La primera víctima es la verdad"
   por Mireia Llinares

En una guerra “la primera víctima es la verdad”. Con ésta máxima Gloria Helena Rey resumió las dificultades que tienen los periodistas a la hora de informar desde zonas en guerra. Su intervención abrió el diálogo ‘Periodismo en conflicto’, cuyas conclusiones se centraron en destacar que los reporteros de guerra se sumergen en un contexto donde todo es desfavorable. En su escenario de trabajo son frecuentes las presiones por parte de los medios, de la opinión pública y del gobierno. La manipulación es constante y se necesita precisión quirúrgica para detectar las trampas de la propaganda. De nada sirve lo que dicta la Convención de Ginebra y el resto de protocolos internacionales. En una guerra el único aliado es uno mismo.

Xavier Giró, profesor de periodismo político de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), ejerció de moderador en un debate que analizó las claves del periodismo de guerra. “En Perú, un reportaje de investigación que demostraba el poder de Sendero Luminoso dentro de las prisiones, provocó que el presidente Fujimori bombardeara impunemente una cárcel de Lima. A veces informar trae graves consecuencias”.

En este sentido Bru Rovira, periodista de La Vanguardia manifestó su disconformidad al considerar que “el periodista no es un diplomático. El periodista no debe tomar decisiones, su obligación es informar, siempre. Hay que hacer más periodismo de calle y menos periodismo de despacho porque no se puede saber lo que pasa si no se sale de la redacción .”

En esta línea se sitúan las denuncias de Annabel McGoldrick, periodista cofundadora del Conflict and Peace Forums; “desde enero se están denunciando las torturas de presos en las cárceles iraquíes. Hasta ahora han sido artículos que han pasado inadvertidos para la opinión pública. Tienen que salir imágenes a toda página para que haya una reacción y algunas son falsas como el ‘caso Mirror’. La verdad no siempre es fácil en periodismo y menos si no lleva una imagen al lado”.

Cuando un medio de comunicación manda a un enviado especial a cubrir un conflicto, no siempre es consciente de que desde la redacción se distorsiona la realidad. Según Robert Menard, representante de Periodistas sin Fronteras, la presión del medio provoca efectos devastadores en la información. “ En una guerra la presión política y económica es brutal. Se pone en riesgo la calidad de la información.

La insistencia de la empresa periodística por denunciar el horror de la guerra hace rozar, en muchas ocasiones, el sensacionalismo”. Según Menard, esta situación se hizo patente en la guerra de Irak. Las cadenas de televisión de todo el mundo retransmitieron en directo la caída del régimen de Sadam Hussein. “ La televisión te da la sensación humana de cercanía, pero a veces la calidad de la información se ve sesgada. En Bagdad se les fue de las manos. Se hizo una cobertura ideológica del disparo contra el hotel Palestina y de la muerte de Couso”.

La presencia de la televisión es la novedad de los últimos años. Lejos quedan aquellos tiempos en que tan sólo la CNN llegaba hasta primera línea de fuego. Gloria Helena Rey, periodista colombiana, analiza los avances tecnológicos de los últimos años y sus consecuencias para periodismo de guerra. “Ayer teníamos que esperar un siglo para saber qué pasó con Hernán Cortés y hoy vemos en directo, desde el sofá de nuestra casa, el atentado terrorista del 11 de Septiembre”.