La redefinición del modelo de los
medios públicos se ha convertido en una necesidad para
su sobrevivencia, especialmente de la radio y la televisión,
ante los avances tecnológicos, la globalización
y la presencia de grandes conglomerados privados que le han
ido restando terreno e importancia a los medios participados
por los gobiernos.
Este fue el eje principal del diálogo
“Por una redefinición de los medios de comunicación
públicos” en la que asistieron Rafael Camacho,
director general de Canal Sur; Joan Majó, director
general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión;
Enric Marín, profesor de Comunicación de la
Universidad Autónoma de Barcelona y Jerry Starr,
director ejecutivo de Ciudadanos por Medios Públicos
Independientes.
Según los conferenciantes, los medios
de comunicación públicos se encuentran en
riesgo de desaparecer a causa de una tendencia que los ha
minimizado y privatizado. Por ello, dicen, replantear el
modelo es indispensable para clarificar y definir su función
y la importancia social que tienen.
En este sentido, agregaron que los medios
públicos tienen la responsabilidad de crear contenidos
culturales propios que contribuyan a mantener y preservar
la identidad local ante la globalización. “Contenidos
que ayuden a reforzar la lengua y la cultura propia y así
mantener una relación adecuada entre lo universal
y lo local”, aseguró Enric Marín.
“La libre expresión de los medios
públicos es esencial para que puedan consolidarse
los gobiernos democráticos”, dijo Jerry Starr.
En el diálogo, se consideró que la comunicación
no debe de ser controlada por un grupo de élite ni
por la interferencia de políticos, ya que esto genera
inestabilidad en los países. Como ejemplo se presentó
el caso de China, donde no hay libertad de expresión
ya que la televisión pública está controlada
por el gobierno. Esta situación, indicaron, estuvo
presente desde que la Alemania nazi utilizó a los
medios como vehículo de propaganda.
“El sistema público audiovisual
en competencia con el privado debe trabajar a favor del
valor democrático”, afirmó Marín.
“Si no se cualifica la opinión pública,
no se cualifica el valor democrático”, agregó.
Los conferenciantes señalaron la necesidad
de que funcione un órgano independiente que regule
y controle las actividades de los medios públicos,
sin control ni manipulación de la información.
Los ciudadanos tienen el derecho a estar informados sobre
todo lo que acontece. “El derecho a la información
garantiza la existencia de los medios públicos. Esta
información debe de ser objetiva con una dimensión
de opinión que la hace necesariamente subjetiva”,
afirmó Joan Majó.
Ante este panorama, se advirtió que
los medios públicos corren el riesgo de desaparecer:
“La cultura se ha convertido en una industria muy
importante hoy en día cuyo eje son los medios audiovisuales”,
declaró Enric Marín.
A modo de conclusión, se recordó
que los medios públicos deben de ser utilizados a
favor de la socialización de los individuos, difundiendo
contenidos culturales y educativos que lleguen sin exclusiones.