Las consecuencias de la 'infotainment'
Por Marcela Salazar


Los medios de información se inclinan cada vez más hacia el formato del entretenimiento. Hoy en día, ningún periodista esta salvo de las presiones de la globalización, el aumento de fusiones de empresas mediáticas y las nuevas tecnologías. Las consecuencias de estas realidades en el mundo de las comunicaciones fue el eje del diálogo “El riesgo de la información como espectáculo”.

Durante la conferencia, los cuatro ponentes, moderados por la periodista Margarita Rivière, expusieron sus distintas visiones de la situación actual del 'infotainment'. Entre ellos, hubo diferentes opiniones con respeto al valor añadido que podrían proporcionar las emociones en una información. Sin embargo, todos estaban de acuerdo en que la ética periodística debe primar, y que no pueden faltar el tacto y la sensibilidad para vender una noticia.

El primer ponente, Josep Mòdol, profesor de Sociología de la Universidad de Lleida, habló de los cambios sociológicos que imponen los medios. Según él, la televisión es la herramienta de socialización más importante, y la estandarización de los gustos del público tendrá un efecto negativo en el futuro. Mòdol advirtió que los “’videoniños’ un día serán ‘videoadultos’, sin capacidad analítica”. Concluyó que la tarea de las administraciones y las empresas mediáticas es actuar en nombre de los intereses generales, y no del mercado.

Miguel Ángel Liso, director de Editorial y Comunicación del Grupo Zeta, enfocó su discurso en las implicaciones de las nuevas tecnologías en la profesión periodística. Dijo que ahora la rapidez que se exige ha convertido la información en un producto. “Ahora no hay tiempo para implementar criterio o análisis a la noticia. Estamos perdiendo el rol de mediador entre el acontecimiento y el receptor”. Además, Liso lamentó que el periodismo sea ahora un ejercicio de “todo vale” para atraer la atención del público.

No obstante, no todo el panel estaba en contra de las consecuencias del 'infotainment'. Daniel Elíes, director de publicaciones del Grupo Edipresse, dijo que la velocidad que exige la competitividad aumenta la precisión de la información. También estuvo a favor del espectáculo como manera de interpretar la información en forma amena. “Puede ser efectivo o una vulgaridad para distinta gente, pero ambas lecturas son legitimas. Lo importante es que la información sea adecuada”, dijo. Además aseguró que hay que dar noticias que sean tanto relevantes como atractivas para la audiencia.

El estadounidense Danny Schechter, director de Media Channel advirtió que la utilización de los medios para entretener perjudica a la democracia. Aplaudió a España por su rechazo a la manipulación mediática de los eventos del 11-M y, como crítico del periodismo de su país, dijo: “después del 11-S, solamente se emitió información ‘patrióticamente correcta’, cuyas consecuencias el mundo aún vive”.

Aunque los ponentes enfocaron sus discursos en distintas temas, todos coincidieron de que impartir la noticia como un espectáculo tiene serios riesgos para la sociedad si no se exige un rigor periodístico e ético. Al final, Schechter invitó a la audiencia, en su mayoría profesionales del periodismo, a ser responsables en el ejercicio de su trabajo para garantizar la confiabilidad de la profesión.