ellos retornan no lo sabemos, justamente porque son irregulares. En todo caso, hay que tener en cuenta que esta crisis es global, por lo que hay que pensar muy bien si en el país de origen habrá mejores posibilidades.
P. ¿Cómo se subsana, en una época como esta, el dilema entre destinar parte de un presupuesto exclusivamente a los inmigrantes y utilizar ese dinero en política social o de reactivación económica?
R. El dinero que se da como ayuda al retorno es muy pequeño pero es cierto que dar una ayuda más grande en momentos de crisis sería mal entendido. La gestión se vuelve entonces complicada; por un lado está claro que hay un paquete que puede incentivar el retorno voluntario que quieres mantener, pero por otro no puedes descuidar las otras compensaciones sociales que clarísimamente se requieren en momentos como éste.
P. ¿Qué implicaciones tiene para los países de acogida que los inmigrantes vuelvan?
R. En el caso español, después de la crisis seguiremos necesitando mano de obra trabajadora. Básicamente porque tenemos un gap demográfico. Hay una parte de lo que sería el mercado de trabajo español, que nunca se cubrirá con mano de obra autóctona simplemente porque no nació, esta mano de obra se tiene que cubrir de algún modo.
P. ¿A qué instituciones se puede acudir para solicitar ayuda para el retorno?
R. El Ministerio del Interior es el principal, pero en España es también una competencia delegada a las comunidades autónomas. En el caso catalán, por ejemplo, se puede ir a la Secretaria per a la Immigració.
P. ¿Entidades no gubernamentales?
R. Sí, Cruz Roja y Caritas; son entidades que tienen acuerdos con las administraciones públicas para gestionar estos procesos.
P. ¿Cree que las ONG’s deban desempeñar un papel más activo?
R. La responsabilidad de estas políticas son los estados y los estados no se pueden esconder en las ONG’s para gestionar o cambiar las políticas. Ellas no hacen política migratoria propia, y en cualquier caso no deberían hacerla.
P. ¿Cuáles son las responsabilidades del Gobierno español?
R. Es un buen momento de reflexión para definir el modelo de crecimiento económico que España quiere tener cuando supere la crisis. Tenemos que decidir, como país, si vamos a volver a invertir en la construcción y en los servicios como únicos motores de crecimiento, o si queremos otros sectores. Si es así, se tiene que pensar si tanto la población autóctona como inmigrante, es decir la población trabajadora, está preparada para ello. Por lo tanto, invertir en la formación es claro, lo que no se tiene que hacer es dar la vuelta a la tortilla y hablar del retorno como una solución general a una situación de crisis.