Primera Edición

EDITORIAL

Barcelona y Europa

Muchos aspectos de nuestra vida cotidiana se deciden en la Eurocámara. La participación en las elecciones europeas ha sido escasa desde su creación. Sólo la mitad de los europeos votó en los comicios de hace cuatro años. Y a pesar de que este año habrá 36 millones de nuevos votantes, se prevé una abstención superior al 64%.

SECCIÓN GUÍAS DE VIAJE FNAC (Cécile Carrez)

De acuerdo al Tratado de la Comunidad Europea, la próxima legislatura del Parlamento contará con 736 miembros (50 para España) que representarán a 27 países. En España, las distintas formaciones políticas comenzaron este mes a designar sus cabezas de lista y las conversaciones entre sí para formar alianzas estratégicas

La apatía de la población no viene sola. Viene con una clara percepción de que los partidos políticos, al menos en el caso de España, usan de comodín al Parlamento. Cuando no saben qué hacer con algunos de sus miembros, jubilados, novatos o “problemáticos”, la solución es enviarlos lejos, o sea, a Bruselas como eurodiputados.

De esta manera, como en el ajedrez, cada partido mueve sus fichas según le convenga, y con el guante blanco de la diplomacia limpia sus filas a través de la Eurocámara. Pero no puede olvidársenos que ahí se deciden asuntos tan importantes como qué energía usamos, qué cultivamos, qué comemos y cómo circulamos por el continente.

En las manos de los eurodiputados está el poder de elegir los Reglamentos y las Directivas que luego serán acatadas por nuestros gobiernos y que por lo tanto, afectarán directamente nuestro entorno. A nosotros, los ciudadanos, nos queda el poder de elegir a estos eurodiputados. 

¿Nos sentimos europeos?

A pie de calle sí nos sentimos europeos, pero Europa, como institución, todavía se percibe lejana. No obstante, Europa existe y está aquí. Se puede sentir en las calles de sus ciudades, y Barcelona es un vivo ejemplo de ello.La realidad social va más allá de las estructuras políticas. Como europeos ahora nos movemos con libertad de una ciudad a otra y a pesar de los múltiples idiomas, interactuamos a diario con ciudadanos de todos los rincones del continente. Eso nos demuestra que somos ciudadanos de algo más grande que el país en el que nacimos.

Europa es nuestra casa y nos importa. Por eso hemos dedicado esta edición a las próximas elecciones europeas, mostrando el contraste que existe entre la realidad política y social europea.