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Pere Puig: "En estos momentos es mejor quedarse con el auto que uno ya tiene"

El analista afirma que el sector ya no generará empleo: lo destruirá

ANA GAVIDIA

Pere Puig, doctor en Ciencias Económicas y profesor de la ESADE Business School, es un hombre entregado a la economía europea e internacional. Y asegura que las ventas del sector automovilístico seguirán cayendo hasta que la situación actual no se estabilice del todo.

P.¿Cuál es la diferencia entre el sector automovilístico de hace dos años con el actual?
R. Ha habido avances tecnológicos muy fuertes. No es una novedad lo que está pasando ahora, porque se venía gestando desde hace tiempo. No es más que una gran sobrecapacidad mundial en la industria del automóvil. Es un hecho más que contrastado. Sobra capacidad productiva mundial. Las marcas tienen una gran agilidad para diferenciarse, se crean modelos nuevos e innovan muchísimo. A la gente antes le gustaba cambiar de coche con frecuencia, diferenciarse, encontrar nuevas prestaciones. Pero ahora, en un mundo que está

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en fuerte recesión, iremos pagando los excesos de capacidad. Vamos hacia una brutal reconversión del mundo. Además, para nosotros en Cataluña, la industria del automóvil no son sólo los grandes ensambladores, los que hacen el producto final, sino las grandes marcas mundiales: Volkswagen, Nissan. Esto nos preocupa desde el punto de vista de empleo. Lo esencial del automóvil es que está en una fuerte crisis latente que ahora explota y nos preocupa por un elemento que suelo llamar de arrastre.

P. ¿Qué considera usted que se ha hecho mal?

R. Estamos en una época de sobresaturación de riesgo. Nadie hace nada por miedo a complicarse la vida porque nadie sabe que tiene al otro en sus balances. Nos hemos arrastrado hacia una economía altamente vulnerable. Yo creo que los bancos y cajas de ahorro han operado bien, lo que pasa es que el modelo estaba equivocado, apostamos a un caballo que parecía vencedor y terminó siendo el perdedor. Aunque no hubiera una crisis financiera tan grave, el modelo de crecimiento real de nuestra economía estaba demasiado centrado en la idea de que el sector inmobiliario es una mina de oro. En eso soy muy pesimista: creo que el Gobierno y los entes económicos han jugado con fuego y ahora nos quemamos todos.

P. ¿Qué medidas cree usted que se deben tomar para salir adelante?
R. Una expansión del gasto de Gobierno va a generar un déficit importante si se hace rápido, pero será lo mejor, porque están activando la demanda y situaciones específicas de empleo a nivel local gastando mucho. Lo importante es garantizar que se gaste pronto, como el gobierno quiere, en el plazo de un año, pero esto supone tener un mecanismo de contratación fiable para las empresas, y eso no existe. Temo más una mala salida de la crisis que este momento, peligroso sin duda, en que nos estamos hundiendo. Lo importante es poder rebotar aunque sea a final del 2010.

P. ¿Podría dar una breve visión del sector automotriz actual?
R. Se enfoca en una situación que no es nada buena, de fuerte reconversión, en la que hay por un lado algo heredado del pasado, este exceso de capacidad que es absolutamente visible, y por el otro un sector que ya no será generador de empleo sino destructor de empleos”.

P. ¿Cree que es un buen momento para comprar un coche?
R. Sinceramente creo que es mejor seguir tirando con el que uno tiene. En lo que a mí respecta, tengo un coche de hace 8 años y no lo cambiaría, mucho menos ahora. Además considero que hay

Pere Puig en ESADE
otras necesidades más urgentes. Creo que ya es hora que la gente vaya tomándose las cosas con más calma y dejen de pensar como antes, en meterse con hipotecas impagables. La mentalidad tiene que cambiar. Y de igual forma contamos con un muy buen transporte público, así que no pasa nada.

P. ¿Qué le recomendaría usted a los dueños de concesionarios y directivos de marcas?
R. Que hagan todo lo más ordenadamente posible, velando por los derechos que tienen los trabajadores, y por supuesto también velando por las soluciones que hagan a los compradores personas más confiadas.

P. ¿Y a la ciudadanía?
R. Que tenemos buenos líderes políticos, sindicales, y en el sector económico. Hay que tener un poco de fe, dejarnos invadir por el optimismo que trae Barack Obama a los Estados Unidos, un merecido optimismo. Y debemos admitir que los discursos de nuestros líderes políticos suenan a cosa muy ramplona, poco convincente, debemos aceptar que la situación es esta y pongámonos a hacerle frente a la crisis. Este país tiene unos cinturones de seguridad muy estables