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Invertir en tecnología

El momento para proyectar la industria automotriz del futuro

PAULO PAOLIELLO

El sector automovilístico está en constante cambio. No en vano es una de las industrias que más dinero mueve en el mundo. La cuestión es saber si la marcha actual es hacia la dirección correcta. Hoy por hoy hay dos planteamientos fundamentales que necesitan respuestas. El primero: tratar de no hundirse por la crisis. Y el segundo, quizás incluso más importante, definir cuál será el futuro de la industria. No se puede olvidar que el sector trabaja a largo plazo.

Los responsables de los concesionarios en Barcelona apuntan más o menos hacia la misma dirección cuando se trata de explicar la crisis de ventas. En algunos casos hubo caídas de más del 50 por ciento. Incluso marcas

Pere Puig: Profesor de ESADE
Reportaje: Los coches echan el freno.

de coches de lujo, como Jaguar, se han visto bastante afectadas. El representante de esta marca en Barcelona vendió alrededor del 40 por ciento menos coches en el 2008 que en el 2007. El principal punto, dicen los gerentes, es de hecho la falta de crédito. Mientras los bancos no vuelvan a prestar dinero, la perspectiva de ventas es “pesimista”.

Los gobiernos acabarán por socorrer a las grandes empresas que lo necesiten. Resulta poco creíble, por ejemplo, que los EE.UU. dejen que gigantes como GM quiebren, con todas las implicaciones económicas y sociales que eso supondría. Lo mismo pasa en España y su plan de ayuda de 800 millones de euros. Hay quienes preguntan si no sería más interesante estimular el consumo, en vez de dar el dinero directamente a las empresas. El razonamiento tiene sentido, pero lo más urgente es mantener las marcas a flote. El crédito, como se ha dicho, volverá tarde o temprano, y con él las ventas.

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Pero, cuando regrese el crédito, ¿en que rumbo se encontrará la industria automotriz? ¿Cuáles son las demandas de los compradores hoy en día? Según un estudio presentado por KPGM en España días atrás, el 96 por ciento de los directivos apuntan que el consumo eficiente (gastar menos combustible) es el factor más valorado por los consumidores. Otros factores importantes son el precio asequible (recordado por el 83 por ciento) y los combustibles alternativos (el 70).

Aún con la baja del precio del petróleo, se espera que la demanda por coches híbridos y de bajo consumo aumente en relación a períodos anteriores. La industria automotriz española anunció hace pocos días que destinará las mayores inversiones a coches “híbridos y tecnologías eléctricas y baterías”, a pesar de la crisis. Vale mencionar que las industrias que ahora apuestan por tecnologías no contaminantes no lo hacen puramente por altruismo.

Tienen que adaptarse a la legislación de muchos países, que apuntan cada día para una lucha más severa contra la contaminación.Y a las preocupaciones de los propios consumidores. Las políticas públicas de inversión en tecnologías limpias vienen dando resultado y no se espera que den vuelta atrás. Al mismo tiempo, el petróleo representa un constante desafío y una constante amenaza a la industria de autos. A pesar de ser un combustible eficiente, quizás todavía el más viable, está cada vez más sujeto a las incertidumbres del mercado y la política internacional.

En cuanto al precio, ¿será la dirección correcta la que impulsan las empresas de países en desarrollo? La marca india “Tata” sacó al mercado el año pasado, un coche de 2500 dólares. Este súper económico tiene sólo lo esencial, materiales baratos y es de fabricación masiva. Al mismo tiempo, la rumana Dacia (controlada por Renault) ha conseguido incrementar sus ventas en Europa Occidental en algunos períodos del 2008, con coches más sencillos y a la vez más baratos. El sector automovilístico sobrevivirá a la crisis, aunque con muchas magulladuras. Pero tiene que aprovechar el momento para planear cómo serán los coches y las plantas del futuro. Porque lo único seguro es que el modelo actual no se mantendrá si no cambia