PORTADA >> Crónica de la jornada de Josep Cuní

Veinticuatro horas de maratón informativa

Por Emilia Pacheco

Foto:Emilia Pacheco

Aunque su programa dura cinco horas, su jornada laboral se prolonga casi veinticuatro. Sin duda, algo maratoniano. Josep Cuní abre los ojos a las cinco de la mañana, unos ojos azules que a las dos del mediodía empiezan a mostrar síntomas de un cansancio evidente. Y se cierran, aunque con serias dudas de que lleguen a conciliar el sueño, a las diez y media de la noche. Reconoce que sus días son “muy estereotipados”, aunque con la satisfacción de hacer lo que le gusta, el periodismo, y de una manera “ágil y divertida”.

Llega a los estudios de Tv 3 en Sant Joan Despí a las seis y media cuando casi toda Catalunya aún duerme. Pero él prepara su programa, ‘Els Matins’, base de la agenda informativa del día y “revolución en las mañanas televisivas”, reconoce el propio periodista. Ojea los periódicos y se reúne con su equipo de redactores y productores antes de salir en antena. Todo está listo para el directo.

Hoy, 3 de abril de 2008, emite su 813 programa. Un poco de maquillaje, cambio de vestuario y a las ocho en punto aparece en las pantallas que acompañarán a los catalanes hasta la una del mediodía. Información del tráfico, el tiempo y conexión con Pol Marsà en Badalona y con Marta Casagolda en la capital. Economía, deportes, de nuevo el tiempo y tráfico. Así culmina la primera media hora de informativos del programa.

Los temas clave del día son la sequía que afecta actualmente a Catalunya, la falta de guarderías y el polémico recorrido del AVE. Para debatir los mismos han traído expertos geólogos así como presidentes de asociaciones de hogares infantiles.

Una vez concluida la tertulia, el plató cambia rápidamente de parecer. Se retiran sillas, se mueven los sofás y Cuní charla con sus tertulianos. Aparece en escena Pilar Rahola, de quien es imposible no fijarse en sus estrafalarios zapatos azules. Ahora acompaña al presentador su colaboradora Lídia Heredia, en una especie de salón improvisado con el resto de sus invitados.

Así transcurrirá la jornada hasta el final del programa, sobre las 13 horas cuando el periodista se despide hasta el día siguiente. Pero se despide de los telespectadores, no de su equipo, ya que en seguida se retira el maquillaje y cambia de nuevo su vestimenta para acomodarse y llegar a la reunión de la una y media. Ahí debaten los temas previstos para el día siguiente. Su equipo se reúne entorno a una mesa que él preside, como un profesor él manda callar cuando su alumnado se alborota.

Foto:Emilia Pacheco
Foto:Emilia Pacheco

“Depende de las ganas que tenga de hablar”, opina uno de sus redactores, “podemos acabar la reunión en media hora o en hora y media”. Hay discusiones, y es que aunque parezca que Cuní siempre tiene la razón, hay gente que le discute sus argumentos.
Hablan de una bajada de audiencia y de la manera de salir de un estancamiento de contenidos. “Si hay que jubilar algo se jubila, como el tomate en Telecinco”, comenta irónicamente el presentador. Algunas caras muestran agotamiento, hambre... han pasado ya casi nueve horas desde que comenzaron el tajo y apenas han visto la luz del día.

La reunión dura aproximadamente una hora, y algunos de sus redactores se quedan con él para plantearle posibles futuros temas. A continuación se dirige a la redacción, allí habla y determina los últimos detalles antes de irse a casa. “La jornada no acaba cuando me voy de aquí, pero con el teléfono móvil se facilitan mucho las cosas”, señala Cuní. A veces parece sobrehumano, incluso parece vanagloriarse de sus interminables jornadas laborales.

Veinticinco personas aproximadamente componen el equipo de trabajo de la productora de Josep Cuní que emite ‘Els Matins’, al margen de realizadores, cámaras y sonido. Un trabajo bien organizado que ha hecho del programa “una plataforma ciudadana para la denuncia”, insiste.

El día sigue para el periodista; un ratito al gimnasio, gestiones y supervisión del programa del día siguiente. “Busco mis propias noticias y contrasto las que me llegan”, comenta. Aun así, y a pesar de que sus días parecen no tener un minuto de relax, Josep Cuní no duda un segundo al decir que su día a día es “bastante aburrido”.

 

 

Foto: Emilia Pacheco