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La dictadura de los fuertes agrava la crisis

En el modelo comercial, la publicidad como fuente de financiación garantiza a la radio un nivel de ingresos suficiente para su desarrollo empresarial. También, le ofrece una relativa independencia informativa con respecto al poder político y económico. Por el contrario, la dependencia del mercado publicitario incide directamente en su política de programación, limitando su teórica libertad de emisión a los intereses de los anunciantes o simplemente a la tiranía de las audiencias. Los límites de la publicidad como fuente de financiación provienen del propio mercado publicitario o de las restricciones de su empleo por la ley.

Uno de los principales problemas de la radio pública es su financiación, cuyas posibilidades son diversas y heterogéneas. Existen cuatro métodos: la tasa, las subvenciones, la publicidad, y las fuentes alternativas como la venta de material grabado o el alquiler de instalaciones. La publicidad es la fuente de financiación más utilizada por las radios públicas ya sea como única fuente de ingresos o en combinación con la tasa. En Europa, el 78% de las naciones utilizan de una u otra forma la publicidad como fuente de financiación. Cada vez con mayor frecuencia, la radio difusión pública y privada depende de los ingresos de la publicidad. Cada vez su intervención y dependencia es mayor.

Ningún modelo de financiación  es perfecto, sino aquel que más se adecua a las circunstancias concretas del mercado y la legislación. La tasa o canon puede ser el método el menos malo de la radio pública, porque garantiza una cierta independencia de los poderes políticos y de la publicidad. Pero este sistema traslada el control del poder ejecutivo y legislativo, ya que es el Parlamento el que decide la cuantía anual de la tasa por aparato receptor. Sin embargo, la tasa es nunca suficiente para cubrir los gastos que una moderna radio necesita, y mucho más el último costo económico que representa la introducción de nuevas tecnologías. Por eso, es necesaria buscar otra fuente de financiación. Esta no puede ser otro que la publicidad. Según Alberto Díaz Mancisidor, autor de “La financiación de la radio en España, alternativas o utopías”, la solución es una publicidad limitada en su contenido y en su forma. Así, la limitación de su cantidad facilitará una independencia de los anunciantes. Los controles sobre la forma garantizarán un respecto a la libertad de la audiencia en cuanto que permiten diferenciar lo que es publicidad de lo que son los contenidos de los programas.

En la última década han aparecido nuevas emisoras temáticas que rápidamente han llegado a unos índices de audiencia aceptables; Radio Marca es el ejemplo más claro de ello. Uno de los fenómenos radiofónicos de los últimos años en Catalunya es RAC1. Fue creada en el 2000 y en 8 años se ha consolidado como la primera radio privada catalana y como la tercera radio generalista más escuchada en Catalunya. La estrategia ha sido apostar por el modelo de Catalunya Ràdio, en la que el entretenimiento y el deporte son las bases fundamentales. Programas como “El mon a Rac1” con Jordi Basté o “El primer toc” con Raul Llimós, han llevado a la privada catalana a alcanzar los 332.000 seguidores en 2007, aunque en el último estudio del EGM ha descendido 50.000.