(Foto: Jianfan Zhu)

Con la llegada al gobierno del Partido Popular, en 1996, Anguita dirigió la mayoría de sus ataques contra el PSOE de Felipe González, líder de un gobierno que se encontraba rodeado de acusaciones de corrupción. La estrategia de Anguita pretendió así sobrepasar al PSOE y conseguir para IU la mayoría del apoyo electoral en la izquierda española. Una política que, unida a las buenas relaciones de Anguita con José Maria Aznar, líder del PP,  generó la impresión de que IU y PP se hubieran convertido en una fuerte coalición para acabar con el PSOE.

En este clima, se consumó una reorganización de IU que perdió algunas componentes de la federación como Nueva Izquierda, que aglutinaba a una parte de los sectores de IU ajenos al PCE, Esquerda Galega e Iniciativa por Catalunya.
En el 1999 Anguita fue substituido por Francisco Frutos, que cambió radicalmente la estrategia del predecesor, firmando un acuerdo preelectoral con el PSOE para las elecciones generales de marzo de 2000. Sin embargo, IU vio reducido su apoyo a la mitad de su electorado, obteniendo únicamente 8 diputados, con el 5,45% de los votos. Por ello, en el 2000 fue elegido como nuevo coordinador general Gaspar Llamazares, que restauró las relaciones con Iniciativa per Catalunya Verds (IC-V).

En las generales del 2004 IU obtuvo el mínimo histórico de parlamentarios: solo tres. Sin embargo, y a pesar de una elección muy polémica, pues según algunos se violó el estatuto de la federación, Llamazares fue confirmado como coordinador de IU. Durante la VIII Legislatura ha sido una de las formaciones que han apoyado el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A finales de 2007, el PCE impulsó en el Consejo Político Federal de IU la celebración de elecciones primarias para designar al candidato a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales de 2008. Frente a Gaspar Llamazares, se presentó la secretaria general del Partit Comunista del País Valencià, Marga Sanz. Llamazares obtuvo la candidatura, con el 62,5% de votos.

Historia de Iniciativa per Catalunya - Verds

Bajo el nombre de Iniciativa per Catalunya (IC), en 1987 se creó una federación de partidos políticos formada inicialmente por el Partido Socialista Unificado de Catalunya (PSUC), la Entesa dels Nacionalistes d’Esquerra (ENE) y el Partido Comunista de Cataluña (PCC). Iniciativa per Catalunya no sólo pretendía recomponer el espacio comunista catalán, que se vio afectado por una crisis interna y electoral a principio de los ochenta, sino que busca construir un nuevo discurso político basado en las tesis eurocomunistas.

Sin embargo, la búsqueda de un nuevo discurso político alejado del comunismo clásico acarreó tensiones y en 1989 el PCC abandonó Iniciativa per Catalunya y ésta fue convirtiéndose progresivamente en la soberana del conjunto. En esta época IC ya actuaba, de facto, como partido político único.

Una vez superada esta primera crisis, en 1995 IC forma una coalición electoral llamada Iniciativa per Catalunya – Els Verds (IC-EV), que también incluye el PCC y consigue mejorar los resultados electorales. Sin embargo, las tensiones ideológicas y organizativas se mantienen, tanto en el corazón de la federación de IC como en la nueva coalición. A nivel organizativo hay divergencias sobre si los partidos integrantes deben ceder completamente a la soberanía de IC y constituirse como partido único o si, por el contrario, IC-EV debe ser una plataforma electoral y programática que mantenga la independencia de cada partido. Esta discusión está muy ligada a la cuestión ideológica que se pregunta si IC debe evolucionar más allá del comunismo y también a la cuestión estratégica sobre cual debe ser la política de alianzas con los socialistas.

Como resultado de todas estas tensiones, la coalición se rompe en 1997, cuando el PCC abandona y al mismo tiempo, un sector del PSUC, contrario a su disolución forma el PSUC-viu (vive). Estos dos partidos, junto con otras instituciones más pequeñas crean Ezquerra Unida i Alternativa (Izquierda Unida y Alternativa) EUiA y establecen relaciones con Izquierda Unida. A su vez, esto implica que IU e IC rompan su colaboración a nivel estatal.

Todos estos hechos acarrean un desastre electoral en todos los grupos de los cuales ha surgido IC-EV. Tras la crisis, vemos pues, que ENE y PSUC han cedido la soberanía del partido a IC, partido  que está dispuesto a avanzar hacia un nuevo proyecto político que no quiere renunciar a su carácter alternativo de comunismo pero que debe construir un nuevo marco conceptual. Así, se aprobó una nueva definición del partido como ‘ecosocialista’ y adoptó el nombre de Iniciativa per Catalunya – Verds (IC-V). (En 2002, se adopta el nombre actual ICV).

Poco a poco, este nuevo proyecto recupera los resultados electorales y en 2000 Joan Saura toma la presidencia del partido. Dos años más tarde, Els Verds – Ezquerra Ecologista (EV-EE) ingresó en ICV. En el ámbito local y desde sus orígenes, ICV estableció un protocolo de colaboración con diversos colectivos independientes agrupados en la Entesa del Progrés Municipal, EPM, (Acuerdo del Progreso Municipal)

-Cómo llegan a las elecciones-

Izquierda Unida: La lucha por la supervivencia

La marcha de IU hacia las elecciones generales del 2008 está llena de interrogantes. El objetivo es mantener el 5% de votos de los comicios del 2004. El candidato a presidente es Gaspar Llamazares, que encabeza la federación desde el 2000. Pero la propia elección de Llamazares ha evidenciado el alto nivel de fraccionamiento interno que hay en IU, problema casi endógeno en una formación que presume de aglutinar en su seno a la mayoría de los partidos de la izquierda española y que, además, está turbada por los decepcionantes resultados obtenidos en las últimas convocatorias electorales.

Otra cuestión de orden deontológico es la función de un partido que se refiere todavía al macrocosmo de la doctrina marxista. Casi todas las formaciones políticas de extrema izquierda occidentales han tratado en los últimos años de marcar su propia identidad y distinguirse de los partidos de matriz socialdemócrata para así poder sobrevivir y no ser engullidas por sistemas que tiendan al bipartidismo. Indicativa de esta preocupación es la evocación por parte de IU al voto de corazón en lugar del voto útil representado y pedido explícitamente por el PP y el PSOE.

La fuerza actual del PSOE obliga Llamazares a actuar mediante estrategias de diferenciación, como por ejemplo valorizando su aspecto ecologista y movimientista. De hecho, Llamazares ha abandonado progresivamente las posturas poscomunistas en favor de un horizonte común al de los movimientos sociales, orientado sobre todo al pacifismo y ecosocialismo. Por ejemplo, lo dicho ante un foro de jóvenes, donde reclamó el apoyo “rebelde y pacifista que representa Izquierda Unida” frente al “abandono de los socialistas” y “la invocación al miedo” del PP.
El ecosocialismo es una doctrina política muy popular entre las nuevas generaciones de izquierda. Menos Marx y más Marcuse, se podría decir simplificando.

Michael Löwy, que escribió el Manifiesto Ecosocialista y miembro de la cuarta internacional, afirma: “La cuestión ecológica es el gran desafío para una renovación del pensamiento marxista en el XXI siglo. Hay la exigencia de una revisión crítica profunda de la concepción marxista tradicional de las fuerzas productivas y una ruptura radical con la ideología del progreso linear y con el paradigma tecnológico y económico de la civilización industrial moderna.”

Paolo Pombeni, profesor de historia de los sistemas políticos europeos en la Universidad de Bolonia, expresa sus dudas con respecto a la utilidad de esta estrategia: “La atención por el medio ambiente ya es un componente de todas las fuerzas políticas. De manera que las formaciones de extrema izquierda utilizan este argumento en una versión utópica que nunca podrá convencer a un ancho estrato de ciudadanos.”

Pero si “vivir en paz con nuestro planeta” es el segundo punto del programa electoral de IU, el primero se refiere al cambio de la ley electoral. El coordinador general de IU ha advertido en un debate durante la campaña que propugnará reformas parciales de la ley electoral para que “recupere el principio de proporcionalidad constitucional”.

Iniciativa per Catalunya - Verds: el sueño de la izquierda

El objetivo principal de Iniciativa per Catalunya Verds de cara a las elecciones generales del 9 de Marzo es mantener sus cifras. En este sentido, la campaña de captación de votos se centra no sólo en mantener sus dos diputados en el Congreso, sino de aumentar este número. Así lo expresó el representante del partido en Barcelona, Joan Herrera en una conferencia en el CCCB (Centre Cultura Contemporània de Barcelona) el pasado día 13 de febrero.

En las pasadas elecciones generales de 2004, la coalición ICV-EUiA obtuvo el 5,8% del pastel. Con lo cual, sus dos diputados en Madrid esperan aumentar esta cifra y también su peso político a nivel nacional. Sin duda, parten con el empuje de las pasadas elecciones autonómicas de 2007 que arrojaron cifras positivas para la coalición ecosocialista catalana. En el Parlament de Catalunya, ICV consiguió un aumento de más del dos por ciento respecto a los últimos comicios donde actualmente tiene 12 diputados. Este hecho coloca a Iniciativa como la quinta fuerza política en Catalunya por detrás de CIU, PSC, ERC y PP.  Para Joan Herrera, este hecho resultaría determinante ya que rompería el tradicional bipartidismo que domina los comicios, tanto en Cataluña como en el resto del Estado.

Para Joan Herrera, el objetivo  principal de esta campaña es, “recuperar el sueño de la izquierda”. En este sueño, uno de los pilares principales de la campaña es centrarse en las necesidades reales de una “clase que existe, la de los trabajadores”, y hacerlo desde una perspectiva seria y con visión realista. Por tanto, ICV se perfila como una firme candidata a establecer una tercera vía que se aleje de la tradicional dicotomía entre PP y PSOE.

Los portavoces de Iniciativa se han apresurado a asegurar que sólo pactarían con los últimos, ya que su presencia en un gobierno de izquierdas aseguraría un bloqueo de la derecha. Según se evidencia en su campaña electoral, “la ecología es la mejor respuesta al cambio de ciclo económico” y aseguran “no somos gente dócil”. Durante la misma conferencia, en el CCCB, Joan Herrera hizo suya una cita de Albert Camus que no sólo refuerza la idea de que el voto activo aumentará su presencia en órganos representativos, sino que su candidatura supone una clara apuesta por el cambio: “Rebelarse es existir”.