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Convergencia i Unió (CiU)
Con PP y con PSOE, pero con ninguno de los dos

Por David Ruiz

Lo que importa no es el pacto en sí, sino quién ofrecerá a CiU más garantías para poder gobernar de nuevo en Catalunya. No lo ha dicho el candidato a las próximas elecciones generales, Josep Antoni Duran Lleida, que es la cara visible de la coalición en estos comicios pero que está más presionado por ser el que tendrá que “dar la cara” tras los resultados del 9-M. Lo ha anunciado el presidente de CiU, Artur Mas, a quién le faltó tiempo para coger protagonismo cuando Duran fue hospitalizado para que le extirparan un tumor del pulmón. “Exigimos al PSOE la firma con luz y taquígrafos de un compromiso escrito para que en Catalunya se respete la lista más votada", dijo Mas. “Nuestro Compromiso”, el título del programa electoral de la coalición nacionalista, ha quedado del todo justificado.

¿De que sirven las 130 propuestas presentadas en el programa electoral de Convergencia i Unió si lo único que interesa es el resultado final? ¿No sería mejor que los políticos hablaran sin tapujos y dejaran claro cuáles son los verdaderos objetivos de cada partido? Probablemente la gente se sentiría menos engañada cuando luego no se cumplieran la mitad de las promesas hechas durante la campaña electoral. Decía el periodista Lluís Foix en un artículo publicado en la web de La Vanguardia que “la calidad intelectual de la retórica pública de los políticos democráticos ha bajado de nivel".

(Foto: Jianfan Zhu)
Los ciudadanos lo tienen claro y así lo dejaron patente en una encuesta del CIS del 15 de enero del 2007: sólo el 13% de los encuestados se mostró de acuerdo en algún grado cuando se les afirmó de que “los diputados y senadores se esfuerzan en cumplir las promesas que han hecho durante las elecciones”. Nada extraño a la vista de otro índice de descreimiento desvelado, también por el CIS, del 2006. En este caso, los partidos ocuparon el último lugar de una clasificación de instituciones elaborada según la confianza que merecían a los encuestados. En una escala de 0 a 10, las formaciones políticas obtuvieron un 4,25 de nota media.

El martes apareció una interesante información referente a los votos. Resulta que hay algunos ciudadanos que, viendo que a los políticos solo les importa obtener el mejor resultados posible en los comicios, han decidido venderse al mejor postor y subastar su voto en la página de internet ‘ebay’. El primer día, las pujas llegaron a los 51 euros. Cuando la compañía de subastas se dio cuenta, cerró sus puertas a los vendedores. Los comerciantes de votos volvieron al ataque el miércoles con precios de salida de hasta 10.000 euros. El anuncio de uno de ellos decía: “Debido a las próximas elecciones generales que se celebrarán en España el 9 de marzo y a que todas las encuestas y analistas pronostican un resultado reñido, vendo mi voto a cualquier partido político o ideología (si la tuvieran). Indiferente si es a asociaciones de vecinos, partidos de izquierda, derecha o centro, si es que existe. Seriedad 100%”.

El martes apareció una interesante información referente a los votos. Resulta que hay algunos ciudadanos que, viendo que a los políticos solo les importa obtener el mejor resultados posible en los comicios, han decidido venderse al mejor postor y subastar su voto en la página de internet ‘ebay’. El primer día, las pujas llegaron a los 51 euros. Cuando la compañía de subastas se dio cuenta, cerró sus puertas a los vendedores. Los comerciantes de votos volvieron al ataque el miércoles con precios de salida de hasta 10.000 euros. El anuncio de uno de ellos decía: “Debido a las próximas elecciones generales que se celebrarán en España el 9 de marzo y a que todas las encuestas y analistas pronostican un resultado reñido, vendo mi voto a cualquier partido político o ideología (si la tuvieran). Indiferente si es a asociaciones de vecinos, partidos de izquierda, derecha o centro, si es que existe. Seriedad 100%”.

El escritor Quim Monzó decía en un artículo al respecto de estas ventas en ebay que los partidos políticos “odian iniciativas así. Siempre que aparece alguien diciendo que no se cree a ninguno se  ponen muy serios y dicen que la gente es frívola y no tiene en cuenta su voluntad de servicio y el esfuerzo que les representa dedicarse a la cosa pública”. Pero, a pesar de eso, los políticos continúan manteniendo una actitud hipócrita. Si uno ofrece 100, el otro 300. Cuando uno dice blanco, probablemente está pensando que le interesa más el negro. Y donde dicen “nos comprometemos a” en realidad debería decir “exigimos la firma con luz y taquígrafos” de lo que más nos interese.

Aun así, estos servidores públicos no defallecen en su obsesión por captar la atención de su electorado. Ahí va un último ejemplo de ello. En una conferencia organizada por la Fundación Fórum Barcelona en la Universidad Pompeu Fabra, Josep Sánchez Llibre, número tres de CiU al Congreso, ha citado como primera y segunda condición para un posible pacto “fijar un calendario detallado para el desarrollo del Estatuto” y “publicar las balanzas fiscales antes de la investidura” del futuro presidente del Gobierno.

La tercera exigencia es “un compromiso detallado sobre el nuevo modelo de financiación de Cataluña, propio, no supeditado al Consejo de Política Fiscal y Financiera sino negociado de forma bilateral”. En cuarto lugar, CiU reclamará un “acuerdo marco sobre enseñanza” que no debe ser, según Sánchez Llibre, un “pacto para una sola legislatura”, sino un acuerdo que “dé estabilidad al sistema educativo” y que sirva para “reincorporar en la escuela valores como la cultura del esfuerzo, el respeto, la autoridad o el mérito”. Todo superditado, o eso dicen ahora desde la coalición nacionalista, a que se respete la lista más votada a la hora de conformar gobierno en la Generalitat de Catalunya.

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