El mitin
socialista estaba anunciado para las siete.
A las ocho menos cuarto, aún no había
empezado. Los militantes, casi todos ellos
gente mayor, esperaban con paciencia en
el pabellón de la Mar Bella de Barcelona.
Los jóvenes del PSC estaban sentados
frente a la zona de prensa, detrás
del podium y delante del enorme cartel donde
destaca la cara de Jordi Hereu, en medio
de fotos más pequeñas de ciudadanos,
del más diverso talante.
Unas percusiones
afro despertaron el ambiente, seguidas por
una poderosa música celta. El espectáculo,
show al puro estilo americano, empezó
con el desfile de unos curiosos "Capgrossos",
grandes muñecos cabezones que llevan
la cara de personajes emblemáticos
en Cataluña como el pintor Pablo
Picasso. Dio un toque de gracia al espectáculo
presentado por dos jóvenes. Luego
se escuchó la música de la
campaña de Jordi Hereu, y por fin
acudió el alcalde-candidato acompañado
del exPresident de Catalunya, Pascual Maragall
y por el Presidente español, José
Luis Rodríguez Zapatero.
La gente aplaudió tanto a Jordi Hereu
como al Presidente del Gobierno. Precisaron
que los del PSC, al contrario de otros,
clara referencia a la derecha, no estaban
aquí para regalos. Se oyeron sonidos
de acordeón seguidos de un espectáculo
espléndido llevado por una acróbata
vestida de blanco y con una bandera gigante
roja enrollada a su cuerpo, el color del
partido socialista. Ella se despidió
con una rosa regalada por Picasso, el muñeco
cabezón.
Entonces,
las pantallas que rodeaban el cartel "Noves
Ideas" del candidato presentaron un video-clip
del programa del PSC, acompañado
por frases claves de los barceloneses. La
palabra "Noves" era una constante. Siguió
una animación muy trabajada, en la
cual sale Jordi Hereu como gran protagonista.
La sala
gritó al unísono: "President,
President", y Montilla sube al altar. Aparecieron
en las pantallas de retransmisión
Joan Clos, antiguo alcalde de Barcelona
y actual Ministro de Industria y Pascual
Maragall. Montilla, muy violento, criticó
la falta de "Noves Ideas" de la derecha,
reaferiéndose otra vez al eslogan
de la campaña del PSC. La sala silbó.
Montilla alzó el puño y enseñó
su carta electoral: "¡Voteu a Jordi
Hereu el diumenge, endavant!".
Luego le
siguió el turno a Jordi Hereu. Subió
vestido "casual", con una camisa azul y
una chaqueta marrón, sin corbata.
Criticó de nuevo a la derecha y llamó
a Aznar "el loco de la carretera", lo que
gustó al público. Enseñó
la primera fila delante suya y dio las gracias
al "equipo del cual formo parte", el equipo
de alcaldes de Catalunya, muchos de los
cuales estaban presentes como el de Terrassa,
de Tarragona o de Cornellá.
Un acontecimiento
perturbó el ambiente. Un grupo de
padres de familia vestidos de verde gritaron
de repente "¡Custodia compartida!".
La seguridad los echó violentamente
mientras la sala gritaba "¡Fuera!".
Zapatero
subió tranquilamente al podio. Euforia.
El presidente centró su discurso
sobre Catalunya, a la cual llenó
de piropos. Un militante le gritó
"¡Eres cojonudo!", varias veces. Criticó
-por tercera vez en la noche -a la derecha,
y al igual que los demás oradores
no describió un programa preciso.
Hizo bromas, señaló la cara
gigante de Jordi Hereu del cartel y dijo:
"¡Yo no puedo votar aquí, pero
cuando le veo la cara, le voto!". Se acabó
el mitin, sin que los políticos saludaran
a la gente en la sala. Se marcharon mientras
del techo cayeron unos tiras de papeles
rojos.
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