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EL PROYECTO 22@ |
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Por Sofía
Buloz |
El Proyecto
22@ es un plan de transformación de espacios
en el barrio
de Poblenou que pretende mezclar varios usos: viviendas
sociales, oficinas, industrias y áreas verdes.
El nombre de 22@ viene de 22a, una regulación
contenida en el Plan General Metropolitano de 1976.
Se cambió a 22@ para ligar la transformación
de Poblenou a un concepto más tecnológico
y desligarlo, así, de la concepción rotunda
y exclusivamente industrial que se le otorgaba a la
zona. |
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El 22@ será el plan más importante
que se haya implantado en Poblenou. Abarca una
superficie aproximada de doscientas hectáreas
con el objetivo de mantener al barrio vivo económicamente.
Tal vez no sea posible recuperar la actividad
económica que generaron las fábricas
de chimenea en los siglos XIX y XX, pero sí
es posible fortalecer y potenciar el sector
terciario a través del comercio y la
hostelería.
El proyecto, que tiene previsto
llevarse a cabo en un período de tiempo
de quince a veintidós años, contempla
la construcción de tres o cuatro mil
viviendas de protección oficial. Los
vecinos, en su mayoría, creen que con
este plan de convivencia de múltiples
usos en |
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una
zona, se puede llegar a un modelo de ciudad
ideal. Pero este planteamiento tan idílico
se desvanece en el momento en que el desarrollo
de los planes urbanísticos comienza a
afectar a las personas y a las industrias.
Es por ello que la Asociación de Vecinos
siempre ha mostrado su voluntad de participar
e incidir fuertemente en el proyecto. Y aun
cuando han logrado abrir un diálogo con
la Administración, llegando a acuerdos
en algunos casos, las relaciones entre vecinos
y Ayuntamiento tuvieron, en su inicio, un carácter
conflictivo.
El plan previsto para la
calle Llacuna, que contemplaba la construcción
de nueve edificios de oficinas de setenta y
dos metros de altura, es uno de los ejemplos
más significativos de estos conflictos.
Para los vecinos, este plan era absolutamente
irrespetuoso porque edificios tan altos no tenían
nada que ver con el paisaje ni con la tradición
del barrio. El desacuerdo entre el Ayuntamiento
y la ciudadanía marcó una pauta
importante dentro del proyecto, ya que
supuso una participación bastante activa
de los habitantes del barrio. |
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Hubo un movimiento de protesta liderado por la Asociación
de vecinos en coordinación con otras entidades
y, en consecuencia, se llegó a un acuerdo que
consistía en la reformulación del plan
del eje Llacuna. Las partes convinieron en que se bajara
la altura de los edificios y que se conservaran algunas
fachadas y fábricas antiguas que los vecinos
consideraban patrimonio cultural del barrio.
La Asociación de Vecinos realizó un estudio
profundo con el fin de que se establecieran criterios
para la preservación del patrimonio industrial.
Este estudio se llevó a cabo por iniciativa
de la ciudadanía, desde la Asociación
de Vecinos y desde la plataforma Forum Ribera del Besòs,
que agrupa movimientos asociativos y culturales.
Con las negociaciones para resolver este conflicto,
se llegó a un acuerdo en el que los vecinos accedieron
a un diálogo más cercano con el Ayuntamiento
y éste a reconsiderar algunos de los planteamientos
que ya habían sido aprobados en el proyecto.
También se acordó la participación
ciudadana en la configuración de los nuevos planes
urbanísticos que se fueran a realizar.
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El
Proyecto 22@ ha afectado la vida de los habitantes de
Poblenou puesto que los cambios que se están
realizando en el barrio conllevan todo tipo de obras,
ruidos molestos, presencia de grúas y tractores…
En todo caso, y a pesar de los conflictos que han surgido
entre vecinos y Ayuntamiento - y de los que puedan llegar
a surgir-, si el diálogo sigue abierto y se mantiene
el respeto a las peticiones de los vecinos, el Proyecto
22@ podría resultar siendo un éxito. Siempre
y cuando, el embellecimiento del barrio respete su identidad
histórica. |
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